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El nuevo párroco del Carmen aterriza con "alegría" y con ganas de trabajar para Rota

Don Roberto Romero, aunque es de Sanlúcar, lleva 11 años en la parroquia de la O de Ubrique y es ahora cuando su cometido le ha llevado a Rota

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“Estoy en su voluntad”, don Roberto Romero Barello ha tomado esta tarde de martes posesión como nuevo párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Tras el acto, don Roberto ha sido acogido por cantidad de feligreses de la parroquia del Carmen que le han dado una cálida bienvenida a la localidad de Rota. Una ciudad que, como ha asegurado el sacerdote, conocía poco a pesar de ser de Sanlúcar pero que pone en manos de Dios la decisión de que Rota apareciera justo ahora en su camino.

Acompañado por sus padres, allegados de Ubrique, -donde ejercía el sacerdocio antes de llegar a Rota durante 11 años-, miembros de la Corporación Municipal, compañeros sacerdotes, las hermanas Carmelitas, así como el obispo Monseñor José Rico Pavés y fieles de Rota, don Roberto Barello ha renovado sus votos para presidir la parroquia del Carmen con el objetivo de que su cometido en Rota sea seguir “pescando almas, pescar hombres” con "alegría" con la esperanza de trabajar para esta parroquia "no cada uno por un lado, sino trabajar como Iglesia". Se ha mostrado agradecido por este nuevo nombramiento que toma con una gran responsabilidad ya que, admite, “en esta situación tan complicada la Iglesia debe aportar lo mejor que tiene".

Un testigo del anterior párroco, don Miguel Francisco Puyo, -que se va como párroco de la Iglesia del Carmen pos motivos personales- y que coge ahora Roberto Romero coge al estar el curso parroquial ya iniciado. Una dificultad añadida a la que el sanluqueño debe adaptarse pero que asume con responsabilidad y ganas.

El obispo de Asidonia-Jerez reconoció la futura labor encomendada a don Roberto que se entrega ahora a una nueva comunidad parroquial y agradeció su disponibilidad para asumir el cargo ya que, de eso “trata la parroquia”. “Parroquia significa ‘casa’ por un tiempo”, señaló el obispo, quien explicó que los párrocos habitan diferentes casas por tiempos concretos para “congregarnos a la escucha de Dios” siendo “el cielo nuestra meta”. 

A partir de este miércoles, el nuevo párroco ya comienza a trabajar por esta Iglesia del Carmen a la que tantos feligreses acoge habiendo ofrecido su compromiso pública y personalmente ya a algunos miembros de hermandades y fieles que le dieron la bienvenida en esta tarde tan especial para el sanluqueño. 

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