Religiosidad, fervor, masiva participación y buen tiempo han sido las notas de las jornadas finales de la Semana Santa, que culminó este domingo con la procesión de El Resucitado por las calles onubenses, ocupadas, un día más, por numerosos cofrades que quisieron despedir así estos días vividos, así como por una amplia representación institucional, encabezada por el alcalde Gabriel Cruz.
El Resucitado salió desde la Parroquia del Pilar. La imagen, tallada por Elías Rodríguez Picón, representa la resurrección de Jesucristo saliendo del sepulcro, cuyo paso procesional presentaba el estreno del tallado de los laterales de la canastilla. La cuadrilla de costalero estuvo bajo el mando de Juan León Lozano y el acompañamiento musical a cargo de la Agrupación Musical de la Santa Cruz. Numeroso público se agolpó a la salida de la cofradía que, desde hace unos meses, está integrada en el Pleno del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Huelva pero que no realiza Carrera Oficial.
Como en años anteriores, la emoción embargó a todos cuantos participaban en el cortejo al llegar al Asilo de Ancianos Desamparados en la tradicional visita que estuvo presenciada por numerosas personas que vibraron con el trabajo de los costaleros y los sones musicales que le acompañaron.
Balance de Semana Santa
La Semana Santa empezaba con buen tiempo, con un Domingo de Ramos de lucimiento tras dos años en blanco por la pandemia en el que las cuatro hermandades de la jornada se reencontraron con Huelva. La Borriquita, La Cena, La Redención y Los Mutilados devolvieron a Huelva su devoción cofrade.
El Lunes Santo fue, sin duda, es más duro de la semana. La lluvia no solo impidió que El Perdón y Tres Caídas cumplieran su estación de penitencia, sino que dejó imágenes muy dolorosas de los dos pasos del El Cautivo bajo la lluvia en las calles de Huelva, lo que motivó una imagen histórica: el refugio de los titulares del Cautivo en la Ermita de la Soledad. Solo el Calvario pudo cumplir su estación de penitencia y al menos permitió acabar la jornada con buen sabor de boca.
En el caso del Martes Santo, la previsión de lluvia también obligó a retrasar la jornada varias horas pero finalmente La Salud, La Lanzada, Estudiantes y Pasión pudieron procesionar sin incidencias destacadas.
Ya con el regreso del buen tiempo, el miércoles fue un día esplendoroso con la presencia de dos vírgenes muy populares como La Victoria y La Esperanza, que se vieron rodeadas por miles de personas, especialmente en la parte final de su recorrido penitencial. La Santa Cruz puso la sobriedad de la jornada mientras que El Prendimiento ofrecía un ejemplar desfile penitencial con un reconocimiento a los niños autistas en diversas zonas de su recorrido.
La jornada del Jueves Santo fue espectacular con la mejora de la temperatura, que hizo que muchos onubenses salieran a acompañar a las distintas hermandades. Como es habitual, la seriedad marcó el paso de la Oración en el Huerto, la sobriedad en la Buena Muerte, el recogimiento en La Misericordia y el buen desfilar de Los Judíos. Después llegó la Madrugá tan esperada por los onubenses y miles de personas acompañaron el desfilar de Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura, que el año próximo será coronada canónicamente.
El silencio y el respeto acompañaron a las cofradías del Viernes Santo, con un Descendimiento que va a más, con una Hermandad de la Fe que se vio atrapada en un incendio cuando retornaba a su templo, con la oficialidad del Santo Entierro y el ejemplar desfile de La Soledad, que pone fin a la Carrera Oficial que, en pocas horas, quedó desmantelada.
