Final del camino

Andalucía cerró definitivamente, el pasado fin de semana, un largo capítulo de su historia reciente con el pago de la Deuda Histórica. Culmina un proceso iniciado en 1995, con los gobiernos de Manuel Chaves y Felipe González, y que ha finalizado con Zapatero y Pepe  Griñán.

 Además, tal y como se había dispuesto en el estatuto de liquidación definitiva, se ha realizado antes del 20 de Marzo de 2010, y ha sido posible cumplir con este plazo, gracias a los acuerdos alcanzados en el último año, el de marzo de 2009, que fijó definitivamente la cuantía de la deuda en 1.204 millones de euros, el de noviembre del mismo año, pero sobre todo por el esfuerzo realizado hasta el pasado viernes, para alcanzar un acuerdo riguroso con las cifras y los intereses de Andalucía.

Ni un solo euro de los reclamados han estado faltos de argumentación jurídica, y tampoco el Gobierno andaluz ha consentido que nuestra tierra reciba un euro menos de lo pactado. Se ha alcanzado un acuerdo, y se ha hecho con rigor, con razonamientos, con las cuentas bien hechas, atendiendo a la ley y dentro del guión constitucional y estatutario.

Resulta curiosa, por increíble y desvergonzada la postura del PP, ya que todas las palabras que están utilizando sus líderes, entre ellos el tricampeón de las derrotas electorales, el señor Arenas ,para hablar de la deuda, se vuelven contra él, porque nunca creyó en la autonomía de Andalucía, ni jamás se tomó en serio las reivindicaciones del pueblo andaluz.

Cuando pudieron liquidar la deuda, porque estaban en el gobierno de España, no lo hicieron, por lo que el resultado final del partido ha sido, con el PP, cero para Andalucía, con el PSOE, 1204 millones de euros.
Como todo político es rehén de sus palabras y dueño de sus silencios, parece trágico-cómico, recuperar de las hemerotecas, lo que Arenas decía en 1996, cuando el PP gobernaba, que calificaba la deuda histórica de folletín electoral  y se resistió a pagar 20.000 millones de las antiguas pesetas acordadas en la Comisión Mixta.
En aquel entonces, el amigo de Aznar, afirmaba que no se justificaba como se había cuantificado la cantidad, ni en base a que criterios, ni a que servicios: Finalmente tuvo que acoquinar   la cantidad, para no tener que ir a los tribunales.

Durante ocho años de Gobierno el PP pasó del Estatuto, dejó a deber 2.500 millones de euros de financiación ordinaria, ignoró que éramos 400.000 ciudadanos más, quitó a Andalucía 4.000 millones de euros de Fondos Europeos para dárselos a otras Comunidades, y apenas invirtió en nuestra tierra el 12% de la inversión total de España.

Cuando perdieron las elecciones comenzaron a exigir a los demás, todo lo que ellos jamás cumplieron, hablando en cada momento de cifras distintas, y acusando al Gobierno de Andalucía de realizar un ejercicio de frivolidad cuando han sido ellos los que nunca nos tomaron en serio.

En el más increíble todavía, han pasado de la comedia  al drama con una facilidad inaudita. De la descalificación y la mofa, a la defensa a ultranza como abanderados de los intereses de los andaluces y andaluzas. Se han referido al acuerdo de la deuda histórica entre Gobierno y Junta con todo tipo de frases altisonantes, como “engaño masivo”, “mentira permanente” o “ataque a la dignidad de Andalucía”.

Como bien dice el refrán “piensa el ladrón que todos son de su condición”,  y es que el PP cuando habla de Andalucía, no tiene ninguna credibilidad, porque son muchas veces las que nos han defraudado, y sus palabras, son  como si lloviera sobre mojado.

La verdad del cuento, es que hemos llegado al final de un camino, que emprendimos hace treinta años, en el que  ha sido difícil, porque lo hemos conseguido a pesar de que aquellos que hoy gritan, ayer sólo nos colocaban piedras y obstáculos.