El CEIP Bahía de Barbate abrirá sus puertas el jueves 16 de febrero para acoger la coronación y el Pregón de Carnaval que este año estará a cargo de Juan Antonio Rendón Basallote, carnavalero de ‘cuna’ que a sus 41 años cumple 33 años en el mundo de Carnaval. Más de tres décadas en las que ha tocado todas las modalidades carnavalescas: chirigota, cuarteto, coro, comparsa e incluso romancero; siendo un apasionado del Carnaval y de la fiesta en la localidad. Una pasión heredada de su padre, Antonio José Rendón Cornejo, y materializada desde pequeño bajo la dirección de Manolito Herrera en sus ‘callejeras’. Rendón, abanderado del humor, la ironía y de hacer feliz a la gente “haciendo gracia”; reconoce que el nombramiento de pregonero de Carnaval le ha llegado en un “momento complicado”, pero que lo afronta como un reto y una oportunidad para “recuperar la ilusión y la alegría que siempre le han proporcionado los carnavales desde pequeño”. Inmerso en la elaboración de su disertación y recién estrenado en el Gran Teatro Falla con el Coro de Barbate ‘Las del Puerto’, hablamos con el pregonero del Carnaval de Barbate 2023.
Ser pregonero es un gran honor y una oportunidad única para recuperar la ilusión y la felicidad que siempre me ha dado esta gran fiesta”¿Cómo recibiste la noticia de tu elección como pregonero del Carnaval?
–Pues fue un día que no pude ir a la reunión de la Mesa de Carnaval y me llamó el concejal Juan Miguel Muñoz diciéndome que era conveniente que hiciera un esfuerzo y asistiera por que iba a contestarme a unas preguntas que yo había le planteado, en las que pedía al Ayuntamiento que se implicara más en la fiesta, aportando más medios y pidiendo un presupuesto real para la celebración del Carnaval en Barbate. Me insistió tanto que dejé lo que estaba haciendo, que era preparar un examen de matemáticas con mi hijo, y cuando aparecí ya se había votado: “Rendón, hemos votado todos para que tú seas el pregonero”, me dijeron, a lo que directamente respondí: “Irse al carajo, jejeje”. Cuando ya vi que iba en serio, me vine un poco abajo, explicándoles que no me veía capacitado para hacer el pregón, sobre todo, porque tras una época difícil por cuestiones personales y familiares, no me encuentro muy bien y no estoy muy positivo. Pero, inmediatamente, reculé. Fui a exponerles a mis padres lo que me habían ofrecido y tras su aprobación e ilusión, acepté, pensando en lo orgullosos que se sentirían. Entonces comprendí que este nombramiento es un gran honor y una oportunidad única para recuperar la ilusión y la felicidad que he perdido durante este último año y que siempre me ha dado esta gran fiesta. Analicé que soy un afortunado por tener una mujer y un hijo maravillosos, que la vida hay que vivirla tal y como viene y sentirme dichoso de que las cosas van a mejor. Hay que olvidar los malos momentos y me tengo que venir arriba y este Pregón va a ser, sin duda, una gran oportunidad.
¿Carnavalero se nace o se hace?
–Se nace y se hace. Yo, con sólo 4 añitos ya canturreaba en la callejera el estribillo ‘De la mar salada viene una orquestina chalada’, y con 7 añitos debuté en el Cine Avenida de la mano de mi padre y gracias a Manolito Herrera, el cual asombró a todo el público por permitir que un niño cantara todo el repertorio con un grupo de adultos. Considero que se puede nacer en una familia carnavalera y que no te guste el Carnaval y al contrario. Pero, para mí, lo más importante son los valores que te trasmiten desde pequeño, que son los que me ha dado mi padre. En mi caso he cogido la brocha y el pito de Carnaval, al igual que él. De su mano, empecé a subirme a escenarios. En mi padre siempre he tenido un ejemplo a seguir, como amigo referente de todos por su espontaneidad, gracia y corazón bondadoso. Ahora que soy padre, soy consciente de la importancia de trasmitir a mi hijo unos buenos valores y si le gusta el Carnaval, mucho mejor. Yo he tenido una vida carnavalesca muy completa y callejera, aunque también he estado en el Falla con dos comparsas y ahora ya con dos coros, pero no es lo que más he disfrutado, he disfrutado mucho más en Barbate con la chirigota de mi padre, con mi chirigota, con mi cuarteto y mi romancero… y lo seguiré haciendo cada Carnaval.
Experiencia te sobra... ¿De verdad son 33 años?
–Sí, incluso más. Además es muy curioso ese número y aunque no soy supersticioso me persigue. Este año cumplo 33 años en agrupaciones, cuando compro mi primer coche me toca la plaza de garaje número 33, el número de la casa de mi abuela, donde me he criado, por ambas calles es el 33, he sido padre con 33 años, cuando pido latas de pintura serigrafiadas con mi nombre, me dicen que el palé tiene 33 latas; creo que di con mi padre el XXXIII Abrebocas en la Pachanga, si no me equivoco voy a realizar el 33 Pregón del Carnaval de Barbate.
¿Cuál dirías que es tu mejor recuerdo carnavalesco?
–Tengo tantos... Con mi chirigota y con la de mi padre tengo maravillosos recuerdos. Uno de ellos con la chirigota ‘Será-fin de año’ (1.997), dirigida por Manolito Herrera. Ese año fue muy especial porque entró en el grupo su mejor amigo, José Malia como, guitarrista, Gallofa como bombista, Flores como octavilla y algunos más, para conseguir una chirigota inolvidable, marcando un estilo inconfundible por muchos años, enamorándome de esta fiesta de tal modo que la afición se convirtió en pasión. Fue un punto de inflexión porque después de ella, y ya con 15 años, dejé de ir de la mano de mi padre y comencé a ser parte importante en el grupo. También, con 7 años canté por primera vez en el Cine Avenida, sin duda, otro gran momento. Pero recuerdos bonitos tengo miles, como los vividos el año de ‘Los Malanges’ (2020), en el que salimos juntos tres generaciones; mi padre, mi hijo y yo. Las chirigotas con Dávila de ‘Drag Queen’, ‘Los enterradores’, ‘Las lavadoras’… y después con Raúl y Dávila hemos hecho repertorios inolvidables con ‘Los hijos de la gran luna’ y ‘Los de la Nasa’. Jamás olvidaré un pasodoble que llevé para cantar a los pachangueros. Esta ha sido una parte muy importante de mi vida carnavalesca, porque incluso salíamos en el carnaval de verano con repertorios nuevos de la serie ‘Perdóname Señor’, ‘Los Palmeros de Molina’ y ‘Los Quitapelotas’; en el cuarteto con ‘Los Toreros’, ‘Los Locos’ y ‘Los Barbatuzi’, fueron de mearnos de risa todos los días en los ensayos, nos vimos con tan buena sintonía que al siguiente año íbamos al Falla, y ya con todo el repertorio listo, abortamos la misión por males familiares y yo tuve que mandar un correo dos días antes del sorteo solicitando la baja y creo que ese año hubiéramos dado mucho que hablar en Cádiz. Otro gran recuerdo tengo del romancero disfrazado de váter, no me esperaba que con dos semanas de ensayos tuviera tanta aceptación y satisfacción al ver que con una creación en solitario el público le diera tan buena crítica, se meaban en el váter literalmente. Ya con el coro nunca me imaginé lo valorado que seríamos por la gente de Cádiz cuando cantamos en la batea y sus tablaos de concursos por la ciudad y, aunque parezca raro, esto se disfruta mucho más que el concurso y te llega sentimentalmente mucho más que el Falla por muy expectante que sea. No me olvido tampoco de los momentos con el cuarteto y el Romancero ‘El Hijo de Putin’, quizás la más difícil, porque lo que en un momento dado te puede parecer a ti gracioso, puedo no serlo para el público… y gustó y divirtió, fue una gran experiencia. Sin olvidarme de los grandes momentos en Los Robinsones, a puerta abierta y a puerta cerrada.
¿Y alguno malo?
–Claro que los hay, pero intento borrarlos, como con la comparsa ‘Los desterraos’ que quedó la 44 antepenúltima en el Falla. Además, siempre hay rifirrafes, peleas, discusiones… O quienes te critican diciendo: “Mira el payaso”. Pero a mí lo que me gusta es hacer reír y hacer feliz a la gente, divertirla. Ser un payaso es algo muy bonito y no es un motivo para menospreciar o desprestigiar a nadie.
¿Qué modalidad del Carnaval te gusta más?
–Mis orígenes son chirigoteros, aunque me gusta mucho el Romancero. Pero cuando haces un Romancero, se echa de menos cantar. El pellizco que se siente en un final de popurrí, cantando un buen pasodoble o bordando una presentación… todo eso se echa de menos. Me llena más la chirigota.
¿A qué autores admiras?
–De mis orígenes en la callejera, cómo no, admiro a mi padre y a Manolito Herrera. Pero, son muchos y, sobre todo, son con los que he tenido roce. En Barbate tendría que mencionar a mucha gente: Raúl y Dávila, con los que he hecho chirigotas con muy buena sintonía y con una gran calidad artística, por que son un tándem muy especial. Al Rubio y a Chan los admiro muchísimo, porque tienen unas ideas geniales. Admiro a Pepe Gutiérrez, a José Manuel, a Cardoso, a Manuel Varo, a María del Mar... En cuanto a Cádiz, sin duda, a Juan Carlos Aragón, a Martínez Ares, Yuyu, Love, Kike Remolino, Manolito Santander…; me gustan todos.
¿Alguna agrupación de Cádiz que te haya marcado especialmente?
–‘Los Condenados’ fue un pelotazo, al igual que ‘Los Piratas’. ‘Los Yesterday’ o ‘Las Pitorrisas’ fueron geniales. Aunque la que más, la que más: ‘La maldición de la lapa negra’, de Manolito Santander. ‘La Serenísima’ me gusta muchísimo, y ‘Los duendes coloraos’… son tantas.
¿Eres muy fatiga del Carnaval? ¿Escuchas y cantas coplas hasta cuando trabajas?
–Escucho carnaval todo el año, pero no mucho, aunque mi mujer no opine lo mismo. Seguro que hay gente más fatiga que yo, jejeje. Pero lo llevo en la sangre, he hecho pasodobles para bodas que me han salido desde lo más hondo de mi corazón; también para una comunión, incluso para animar a un amigo que lo pueda estar pasando mal. Es curioso, pero hasta en el confinamiento por la COVID no dejé de hacer carnaval. En el trabajo, aunque ya he mencionado que no me encuentro en mi mejor momento, también he cantado, porque me gusta y me enorgullezco de mi profesión. Lo que sí puedo decir es que en mi vida no hay otro vicio que el Carnaval, me considero un carnavalero no de grandes logros, pero sí un ‘chusma selecto’.
¿Cómo está siendo la experiencia como componente del Coro de Barbate? ¿Cómo te decidiste a formar parte de él?
–Como miembro de ‘Los Antológicos’, me enteré que Pepe y Chorbi, dos pedazos de músicos y guitarristas, iban a ir en el coro. Y ya empecé a pensar “qué proyecto más bonito, un Coro de Barbate”. Pero yo siempre he sido mucho de mi chirigota y si sale, prefiero ir con ella. Pero se dio la circunstancia que el año pasado no estábamos muy implicados, ensayábamos menos y había menos seriedad. Luego, coincido con Luis ‘Napoleón’ en una boda y también estaba muy ilusionado con el coro. Lo mismo me ocurrió con María del Mar Ramos y Pepe Gutiérrez, que me pusieron el primer tango grabado y cantado por Manuel Varo. Finalmente, me encuentro con Manuel Varo en Rajamanta, paseando por la playa, y comienza a hablarme del coro. No me dice literalmente “vente al coro”, pero empieza a vendérmelo tan bonito que, sin él pedírmelo, me interesé. Entonces empecé a ir a las reuniones y entré a formar parte de este maravilloso grupo. La experiencia del año pasado con el coro ‘La Fábrica de Conservas’ fue muy bonita e inolvidable el que pasáramos a semifinales.
Ya os habéis estrenado este año con ‘Las del Puerto’, ¿Qué sensación tienes?
–Pues este año vamos mucho más preparados. Es cierto que el disfraz, la puesta en escena y el cantarle a tu Barbate, a tus abuelas, a tus madres, que han estado ahí trabajando, a su lucha con ‘La Fábrica de Conservas’; fue algo muy especial. Este año, quizás no sea un coro tan barbateño según la gente; pero a su vez es un coro muy barbateño y muy gaditano. La actuación del pasado domingo fue espectacular y disfrutamos muchísimo, yo me sentía como un artista al ver el teatro lleno, canté e interpreté al 100%, gracias a Dios no salió ningún fallo grave y seguro que volveremos a volar en cuartos y semifinal también, porque la final es más complicado. Pero, pase lo que pase, siempre nos quedará el volver a volar en los días de batea 19, 20, 25 y 26, más las pechás de reír en el autobús a la vuelta, cantando todo tipo de infundios.
¿Cómo definirías el carnaval de Barbate?
–Barbate es uno de los pueblos más carnavaleros de la provincia de Cádiz, pero va en decadencia. Tenemos muchas carencias, no sólo por el Cine Avenida, hay que apoyar más a las peñas, a las agrupaciones… Hay que concienciar al Ayuntamiento de que el Carnaval es cultura y debe involucrarse más, debe dar más subvenciones y pagarlas a tiempo, dotar de mejores premios al concurso para que vengan agrupaciones de otros municipios, seguir apostando por la cabalgata, y, sobre todo, valorar más a las agrupaciones y el trabajo que realizan, que son la esencia de nuestro carnaval. Los Bandoleros se ha vendido, Los Robinsones agonizan…, sólo La Pachanga permanece fuerte y eso se debe de cuidar. En una conversación con el alcalde, Miguel Molina, me comentó la posibilidad, tras la venta de Los Bandoleros, de adquirir la peña Los Robinsones como Bien Cultural. Desde aquí lo animo a hacerlo. Desgraciadamente, todo funciona a base de dinero. Desde el Ayuntamiento se debe ayudar a todo aquel que haga Carnaval y eventos de Carnaval.
Para finalizar, cuéntanos cómo está siendo la elaboración del pregón.
–Desde que me nombraron pregonero, un esquema en mi cabeza fue tomando forma incluyendo a todas las personas con las que quiero contar, más de cien, jejeje… (coro, cuartero, chirigota, Los Antológicos…). Tengo muchos compañeros en este mundo del carnaval y quiero que estén todos. He avisado a muchos y todos van aportando a ideas que tengo que incluir en el proyecto final. Lo que sí tengo claro es que no quiero hacer un Pregón para llorar, que emocione… Voy a empezar con una parodia, quiero hacer reír, hacer gracia, que sea un Pregón divertido. Para llorar tenemos todo el año, quiero que la gente se lo pase muy bien y no voy a hacer un tostón de mi trayectoria, de las agrupaciones en las que he salido… no quiero aburrir. Quiero montar una zapa tiesta buena. Lo que sí puedo adelantar es que no será Juan Antonio Rendón la persona que va a dar el Pregón… será un personaje muy conocido y acorde con el momento en el que estamos; y habrá sorpresas.