Ya son tres los lunes festivos seguidos que lleva la ciudad de Valencia. A falta del cuarto la próxima semana, el sector sanitario ya está notando los efectos negativos del proyecto piloto planteado por el alcalde, Joan Ribó.
Al ser fiesta, los centros de salud están cerrados, lo que se traduce en una mayor saturación de los servicios. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), critican la falta de planificación por parte de conselleria.
Desde el sindicato medico de la Comunidad Valencia aseguran que, sin un refuerzo de profesionales, lo único que se está generando son mayores demoras para los pacientes.
Se trata de unos festivos que están incrementando la saturación sanitaria, en un momento en el que ya de por sí estaba sobrecargada.