Germán García Rendón, autor de la comparsa Donde fuimos felices, tras varios años con un grupo de componentes expertos este año se embarca en un proyecto rejuvenecido en busca de la esencia que pudo perder.
¿Cómo han sido los ensayos?
–Bastante fáciles. Cuando se empieza un nuevo ciclo con las ilusiones renovadas todo fluye, es normal, es parte de cualquier proceso, pero para mí han sido más fáciles por la misma composición de la idea. Es una idea que quería sacar y llevaba tiempo tras de ella, entonces esa misma situación es lo que ha propiciado que yo estuviera enchufado desde el minuto uno.
¿Aspiraciones para este COAC?
–Siempre se contesta con una posición, lo entiendo en parte, pero ahora la mayor aspiración que tengo es reconectar con el público que habíamos dejado de enganchar en los últimos tiempos. Esa es ahora mi mayor aspiración, había perdido ese punto identificativo que tenía.
¿Se nota el aumento de público foráneo en los últimos años al cantar en el teatro?
–Se nota un ambiente muy diferente a cuando comencé a salir, pero de eso hace 25 años. Ha cambiado mucho el carnaval, el ambiente es diferente y es verdad que hay algo en el concurso que no funciona y ha perdido interés. No sé si será porque hay muchas más alternativas de ocio o si estamos en una época en la que lo inmediato centra la atención y la capacidad crítica y analítica se pierden y eso hace que cuente más para la gente el contar que has estado un sitio que el estar propiamente en el sitio disfrutando. Eso al final se nota en el espectáculo, pero no es una cuestión solamente en el Carnaval, es una cuestión social de estos tiempos.
¿Prefieres una fase preliminar más larga con menos agrupaciones por sesión o al revés?
–Es fácil hablar, yo al principio quizás estaba más de acuerdo en acortar las funciones de preliminar, pero si eso va a ser a costa de pegar la fiesta de Navidad con el Carnaval, prefiero que sean las funciones más largas, sobre todo en preliminares. Eso no cambia que tengan menos agrupaciones por días, sobre todo en preliminar, que haya agrupaciones que van a estar solas en el teatro por ser la última, al final se está viendo que hay vacíos en el teatro y las funciones no están acabando más tarde de las 23.45. Creo que el concurso necesita una reflexión y no seré yo quien tenga que darla, pero estamos un poco perdidos.
¿Cómo ves este año la modalidad de la comparsa?
–Hay muchas por cantar aún, pero veo agrupaciones que están un escalón por encima del resto y otro pelotón de agrupaciones que quizás estén más abajo.
¿Qué le motiva a realizar este cambio de grupo?
–Lo tenía decidido desde hacía tiempo, pero no me parecían justos los tiempos y las formas hay que cuidarlas. Había terminado el Carnaval del 2022 y prácticamente ya estábamos en el de 2023. La pérdida de un componente que era nuestro amigo, reunir el grupo, eso fue la gota que colmó el vaso de mi decisión y pensar que quiero volver a esto otra vez. Tras la pérdida de Juli, varios componentes al reunirnos me piden volver a salir, pero esto sería para el carnaval del 2023 y no podía ser, yo estaba comprometido con la agrupación, no me parecía ni justo ni honesto. Sobre todo, otra de las grandes razones es que me sentía muy perdido, había perdido mi identidad. Esto no tiene nada que ver con el grupo ni mucho menos, es cuestión personal, necesitaba resetear.
¿Qué diferencia hay entre estar rodeado de componentes con mucha experiencia y un grupo joven?
–He pasado de un grupo con gente con más de treinta primeros premios a un grupo con gente joven, que, con todo el respeto, aún no consiguieron nada. El hambre es diferente, la óptica es distinta, la manera de trabajar es distinta porque con un tipo de componente más inexperto puedo amoldar un poco más las cosas a como lo quiero llevar. Es lógico que al final la experiencia marca y mejora ciertos aspectos del repertorio, pero la frescura también aporta un punto de vista nuevo que era lo que necesitaba.
Tras ver tus resultados en el concurso estos últimos años, ¿te parecen justos?
–No soy el más indicado para responder esto, es una cuestión subjetiva. “No estoy de acuerdo con el gusto de cinco” me parece uno de los tópicos más casposos del Carnaval, creo que tenemos que empezar a cambiar la mentalidad de el gusto de cinco por el criterio de cinco, quizás iría de otra manera. Pero tampoco me corresponde juzgar si han sido justos. Lo que sí pude sentir en algunos momentos es que ese empujón que se le ha dado a algunas agrupaciones nuevas o jóvenes, totalmente merecido, a mí y a muchos de los de mi quinta no se nos dio, eso sí lo eché en falta.
¿Te plantearías volver a la chirigota?
–Un rotundo no, yo soy comparsista. Salí en chirigota por cuestiones personales, de amistad y de querer compartir con los amigos del Canijo en ese momento puntual experiencias nuevas, pero ni me veo ni es mi modalidad.