El féretro fue enterrado en un cementerio de Lahore, la capital de Punyab, donde ayer las medidas de seguridad eran extremas, en un funeral de Estado retransmitido en directo por las cadenas de televisión.
Una multitud con banderas de la formación de Tasir, el Partido Popular (PPP), se agolpó en las afueras de su residencia para darle el último adiós.
El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, el jefe de la diplomacia, Shah Mehmud Qureshi, y el titular de Interior, Rehman Malik, todos ellos del PPP, se confundieron con escasa protección entre la multitud congregada, a la espera de que el cadáver llegara en helicóptero.