El tiempo en: Rota

El Loco de la salina

¿Son necesarios tantos partidos?

La cosa está últimamente que arde y no me gusta ni un pelo contemplar la cantidad de partidos que tenemos en esta España de nuestros pecados. Cada vez hay más partidos y más fiebre de partidos y yo cada vez estoy más escéptico. Estamos hablando de calidad y cantidad, que no es lo mismo.
La pregunta se cae sola: ¿Son necesarios tantos partidos? Yo creo firmemente que no. Se lo he comentado en confianza a mi compañero de celda, que está más loco que yo, y me ha dado toda la razón, aunque no sé si es porque me quiere seguir la corriente o porque está tan convencido del tema como un servidor. La cuestión es que se está poniendo muy complicado elegir entre tantos el que a uno le puede gustar más. Unos te interesan poco, otros te interesan algo, otros no sabe uno por dónde te van a salir y finalmente otros se ganan la indiferencia del gran público. Muchas veces el que tú esperas que te va a llenar del todo te sale rana y maldices el tiempo que le dedicaste. Sin embargo al final está claro que los partidos grandes son los que se llevan el gato al agua, mientras que los más endebles no ofrecen más que lo poquito que pueden dar de sí. A mí desde luego éstos me aburren, porque dan poco juego. Será también porque a nadie le interesa perder el tiempo con la de cosas que hay que hacer en esta vida, aparte de ver a Belén Esteban. Tampoco es que los grandes te ofrezcan el oro y el moro, porque a la hora de la verdad te encuentras que, seguramente porque disponen de más dinero, tienen líderes cada vez más descarados, más maleducados, sin más miras que sus propios intereses personales, sin más objetivo que el poder estar arriba del todo y sobre todos los demás. Algunos de estos mal llamados líderes son impresentables. Siempre dan la imagen de víctimas del destino en lugar de hacer una oposición fuerte que les lleve a la victoria. ¿Acaso no es verdad que para que haya emoción tiene que haber oposición? ¿Qué aliciente habría si no hubiera oposición? Muchos líderes de pacotilla tienden a enriquecerse a costa del pueblo y son los primeros que se tendrían que callar con los sueldos y las prebendas que tienen. Es una pena. ¿Dónde vamos a ir a parar? Dicen que renovarse o morir. Y como morir no se va a morir ninguno de la noche a la mañana, sería muy conveniente que los que mandan procedieran a una renovación constante de sus equipos. No puede ser que pasen los años y que sigan los mismos de siempre en los mismos sitios de siempre. ¿Es que no hay más gente preparada? ¿Es que no se sabe fichar a los mejores?
Esos partidos grandes son realmente los que gozan de más fama, porque son los que acaparan todos los medios de comunicación, salen continuamente en la prensa, en la radio, en la tele y por tanto son los que desgraciadamente tienen más posibilidades de montar esos denigrantes espectáculos que muchas veces tenemos que ver. Aquí lo que se lleva y lo que está de moda es el show, pero en el fondo se habla más de lo que realmente se disputa. De espectáculos ya estamos saturados los ciudadanos de a pie.
Y debo decir que a mí no me gustan para nada las mayorías absolutas, ni el que entre dos se lleven el monopolio absoluto (¿habría que decir bipolio?). Existen también otros partidos muy interesantes, que, aunque tienen menos alicientes, nos podrían dar la sorpresa. Mayores cosas veredes, amigo Sancho.
En fin, para qué seguir si ustedes me comprenden perfectamente. Por tanto a la pregunta de si son necesarios tantos partidos hay que contestar que evidentemente no. Creo que con uno semanal tendríamos bastante y además que no sean siempre los partidos del Madrid o del Barcelona, que ya está bien, señores.

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