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El terremoto de Italia también se ‘siente’ en Jerez

Dos jerezanos narran a Viva Jerez cómo vivieron el terremoto desde Fiesso umbertiano, al límite con Ferrara y a menos de 50 km del epicentro, y desde Florencia

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  • Personas evacuadas descansan en un centro de acogida. -

El terremoto de 5,9 grados que ha sacudido la región de Ferrara, en el noroeste de Italia, dejando un balance de al menos siete muertos y decenas de heridos también se ha dejado “sentir” en las casas de los familiares de dos jerezanos que trabajan en Italia. Los dos se encuentran bien aunque a José Manzano le tocó la peor parte de esta pesadilla. Vive en Fiesso umbertiano, al límite con Ferrara y a menos de 50 km del epicentro.

“Ha sido cerca de donde vive, porque yo he estado allí viéndole, y queda a 20 minutos, pero afortunadamente no le ha pasado nada, aunque se le cayó todo lo que tenía en las estanterías, los juguetes del niño iban de un lado a otro..la ropa...”, relata su madre.
Una vez más, las redes sociales, en este caso Facebook, eran las encargadas de transmitir un mensaje de tranquilidad a todos los contactos de este joven, inclusive a su familia, ya que José escribía este mensaje en su muro a las 04.15 horas, sólo diez minutos de lo ocurrido.  “Acabo de tener un terremoto. Creía ke tenía fantasmas en casa. Se han caído hasta los juguetes de Leo de las estanterías, todo el vecindario despierto y sin luz porque se ha ido, qué miedecito he pasado, despertarse en este modo”. Todavía con el susto en el cuerpo, José le explicó a su madre que la sensación era como “de mareo, como si toda la casa le diera vueltas”.

“Intenté encender la luz, se hizo largo”

José Manzano ha narrado a Viva Jerez cómo vivió esta experiencia minuto a minuto y cómo se le hizo eterna al estar sin luz.  “Me desperté como si estuviera escuchando a un avión calentando los motores antes de despegar on el ruido metálico de la cama y las mesitas de noches que son de hierro. En principio parecía que sería un temblor corto, como los que a veces se producen y te da la sensación de que estás sentado en una silla de relax con masaje, pero este era mucho más potente. Intenté encender la luz porque se hacia demasiado largo, pero no funcionaba, entonces me levanté para controlar el automático por si habia saltado con el terremoto, pero no, no había luz. Ahí fue cuando escuché la voz de los vecinos en el jardín, y algunas luces de linternas que asomaban por las ventanas de las casas. Luego volví a la cama, y poco despues de escribir en Facebook lo del terremoto, se repitió un nuevo temblor, pero éste ya era mucho más suave, pero también duró una veintena de segundos. Yo soy afortunado porque no he sufrido daños, sólo cayeron un par de cochecitos de Leo (su hijo) de las estanterías pero una compañera de trabajo que vive en el centro de uno de los pueblos mas afectados lleva dos días durmiendo en el coche. hoy (por ayer) no vino a trabajar, porque los bomberos no la dejan entrar en casa hasta que no la controlen

Mucho menos dura ha sido la experiencia de Belén Ruiz, una jerezana que está en Florencia desde hace unos dos meses con una beca, a quien este suceso le tocó mucho más lejos. “No se le cayeron las cosas de la casa ni se le movieron de sitio con el temblor, pero se despertó por el movimiento de la cama. En casa estuvimos tranquilos porque sabíamos que donde estaba ella apenas se había notado”, explica su hermana Lourdes.

"Empecé a notar que la cama se movía y que toda la casa temblaba"

La propia Belén describió también ese momento a este periódico. "Lo sentí porque vivo en un piso alto y además justo en ese momento estaba despierta. Mi compañera de piso que dormía no notó nada. Fue sobre las 04:03. Empecé a notar que la cama se movía y que toda la casa temblaba. Eran sacudidas fuertes y lentas. Desde un primer momento pensé que era un terremoto, pero no me dio miedo porque vi que no se caía nada. Lo único que me asustaba y me preocupaba un poco era que tardaba en pararse. No sabría decir cuánto tiempo duró pero se me hizo un poco largo. Cuando terminó me cercioré de que mi compañera de piso estaba bien, y como dormía decidí no despertarla para no asustarla. Entonces busqué algo que me constatara que aquello había sido un terremoto. Y como no tengo lámparas que cuelguen, miré unas decoraciones que tengo que penden del techo y se balanceaban aún con fuerza habiendo pasado ya algunos minutos.
Yo lo viví así, sin miedo, pero preocupada. Fue un susto más que otra cosa. Sé que en Milán, que tampoco está tan cerca de la zona afectada, también se notó. Imagino más cerca del epicentro debió ser algo muy fuerte".

 

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