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Belmonte: "Sabía que alguna tenía que salir bien"

"Me siento confusa, todavía no me lo creo, es un cúmulo de emociones importante", explicó, puesto que, "cuando consigues un sueño no sabes cómo reaccionar", asegura la medallista española

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  • La nadadora, feliz con metal plateado -

La subcampeona olímpica de 200 metros mariposa, la española Mireia Belmonte, aseguró que aunque le ha "ha costado entrar en competición" en su estreno en los Juegos de Londres, "sabía que tenía que hacer algo", no se desesperaba, y "cada día" se "daba una oportunidad" porque "alguna tenía que salir bien".

   "Y ha sido hoy", proclamó recién salida de la piscina del Centro Acuático en la que ha hecho historia, al convertirse en la primera nadadora española en subir al podio en unas Olimpiadas, sin contar con la rusa nacionalizada Nina Zivaneskaia. "Antes de venir de venir aquí hablé con Nina, mi madre en la natación y es un honor compartir medallero español con ella", subrayó.

   Tras un estreno complicado, en el que las expectativas parecían no cumplirse, Belmonte no sabía cómo gestionar la gesta que le ha permitido acabar con la sequía de medallas de la delegación española: "Me siento confusa, todavía no me lo creo, es un cúmulo de emociones importante", explicó, puesto que, "cuando consigues un sueño no sabes cómo reaccionar".

   "Este año lo he pasado muy mal entrenando, también lo he pasado muy bien, ha habido momentos muy bonitos, he cuidado mucho la preparación y me he divertido mucho. Ha sido un año con épocas buenas, malas y ahora estoy muy agradecida", confesó.
ALTIBAJOS

   Una temporada de altibajos que la convenció hoy, con tan sólo dos modalidades por disputar en su bautismo olímpico, de que "tenía que salir sin perder contacto con las primeras y hacer los segundos cien como se han hecho".  Su entrenador, el francés Fredéric Vergnoux, le dio un consejo clave: "Que mantuviese contacto sobre todo con las primeras y que fuera para adelante".

   "En el último 50, en el viraje me he visto primera, y me he dicho 'tengo que correr, porque la china al lado seguro que me coge' y ha sido así", admitió, si bien tomó el adelantó con relativa tranquilidad: "Al final de todo ha sido muy bonito para mí". No en vano, al concluir no era del todo consciente acerca de si había logrado la preciada medalla: "He visto la lucecita del podio, pero como era la primera vez, no sabía qué era".

   A continuación, Mireia Belmonte registró una reacción de sensaciones que comenzaron por el desconcierto, hasta finalizar en las lágrimas: "He echado un montón, primero no me salían y después, cuando vi a todo el mundo, fue ya cuando vinieron". Y es que sus propios compañeros de la selección de natación no estaban del todo convencidos de sus posibilidades en su segunda final olímpica en una prueba que, a priori, no es su especialidad: "No me han comentado nada antes, así que yo creo que también lo veían crudo como yo".

   No obstante, en los momentos previos a la carrea, la subcampeona se notaba "nerviosa, pero bien, con ganas y con fuerza". "Yo dije que tenía que bajar un segundo de mi marca y he bajado un segundo de marca", enfatizó la de Badalona, quien pese a reconocer que la medalla la "libera" tras un inicio de Juegos irregular, todavía tiene que digerir el logro: "Cuando consigues un sueño no sabes cómo reaccionar".
AGRADECIMIENTO

   Sus primeros pensamientos tras confirmar que a los 21 años es plata olímpica no se centraron en ningún ámbito concreto. "No había pensado nada, es que estaba en blanco", si bien, poco después, fue recordando a quienes habían estado con ella hasta llegar al podio de hoy: "Hay que agradecer a todo el mundo, porque esta medalla es de Fred, de mi familia, mis amigos, de mi club, de todos".

   Su rutina hoy no fue diferente a la de otros días. Tras el relevo de esta mañana, en el que junto a sus compañeras batió el récord de España, se limitó a "suavizar, fisio, comer, dormir, merendar y entrenar". "Y ahí estamos", declaró con la tranquilidad de haber cumplido las expectativas de quien está considerada como una de las grandes esperanzas de la natación española.

   "La preparación ha sido muy buena, yo sabía que tenía que hacer algo, no me desesperaba, cada día me daba una oportunidad y sabía que alguna tenía que salir bien y ha sido hoy", resumió, si bien reconoció que no hubiese apostado por que se llevaría el metal en la modalidad de mariposa, ya que una de sus grandes bazas es la prueba de estilos, la misma en la que el pasado sábado, en los 400 metros, había quedado en última posición en su estreno en una final olímpica.

   Este jueves, sin embargo, tiene oportunidad de resarcirse, puesto que compite en la última prueba que le resta en unos Juegos de Londres en los que apostó por la cantidad, ya que se marcó tomar parte en los 200, 400 y 800 libres; los 200 y los 400 estilos; y los 200 mariposa que hoy le han dado la gloria: "Todo depende de esta noche, si recupero bien, si mañana me levanto cansada, si no", reconoció, puesto que "cada prueba es diferente".

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