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Jerez

El juicio del crimen de Las Tablas, visto para sentencia

El jurado del crimen de la máquina trituradora de marihuana emitirá su veredicto entre este jueves y el viernes

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El juicio por el crimen de la trituradora de marihuana que en octubre de 2010 le costó la vida a  Francisco C.B, un joven de 21 años al  recibir al menos ocho puñaladas tras una discusión con un amigo por la propiedad del artefacto, quedó este miércoles visto para sentencia con las pruebas médico-forenses y la exposición de las conclusiones definitivas de las partes.

Pero antes de que el juez dicte su fallo y, una vez oídos los testimonios de testigos directos y forenses, llega el momento de que el jurado popular se retire a deliberar y emita su veredicto, lo cual se producirá previsiblemente entre las jornada de este jueves y el viernes.

En la última vista celebrada en la sección octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, en Jerez, les tocó el turno a los médicos forenses, cuya exposición giró en torno a los cuatro atenuantes de obcecación, confesión del delito, drogadicción y problemas psíquicos en el momento de los hechos planteados por la defensa.

En sus conclusiones definitivas, la acusación particular, que representa a la familia de la víctima y está ejercida por el letrado Álvaro Cosano, advirtió ante el tribunal y el jurado popular que “sólo ha quedado demostrado” que el imputado, Adrián S.F, consumía cannabis, pero en el momento de los hechos el acusado “sabía perfectamente lo que hacía”. Para ello, se remitió al testimonio de un amigo de los dos implicados que estuvo con ellos y aseguró que el procesado “estaba normal” y no presentaba indicios de haber consumido “más de dos porros”.


Por ello, mantiene su pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, mientras que el Ministerio Fiscal ha rebajado de 16 a 13 su condena al contemplar los atenuantes de drogadicción y confesión (en la fase de instrucción, ya que en la vista el acusado aseguró que no recordaba el día de los hechos y que en sueños veía imágenes de la víctima levantándose la camiseta “con pinchazos y sangre”). Por su parte, la defensa pide entre 5 y 7 años por la concurrencia de los atenuantes de obcecación, confesión del delito, drogadicción y problemas psíquicos.

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