Los trabajadores de la fábrica de loza sevillana Pickman La Cartuja han asegurado que están viviendo una situación “desesperada” derivada de la falta de financiación de la planta, por lo que culpan a la Junta de Andalucía de “no haber hecho nada y seguir sin hacer nada”.
“La Junta sólo vino a la fábrica en marzo de 2011 para hacerse la foto, abrió la fábrica a bombo y platillo, pero después nos ha dejado tirados” se han lamentado a Europa Press fuentes del comité de empresa, quienes explican que la Junta les concedió el aval, “pero después no ha hecho nada y no ha respondido aún a nuestra petición sobre los fondos Jeremie; nadie nos ha hecho caso”.
Los trabajadores han explicado que llevan siete meses sin cobrar sus nóminas y que “se debe, aparte de porque la empresa está mal y la situación económica no es positiva, a la falta de apoyo del Gobierno andaluz, pues si hubiéramos tenido la ayuda de la Junta, la empresa saldría adelante y no habría habido ningún problema”.
“Al final los avales eran papel mojado, han agregado los empleados de la fábrica”, quienes expresan su “descontento” con la Junta y piden explicaciones a la misma por el hecho de que “no haya ayudado nada”, han agregado fuentes del comité, quienes insisten en que “una buena ayuda nos vendría bien y se salvaría la empresa”.
Los trabajadores aseguran que “no es que estén al límite, se han salido de sus límites, y los empleados están tirando de familiares, hermanos y padres para sobrevivir”.
Tras reconocer que tienen la esperanza de mantener y obtener pedidos, consideran que “con la ayuda de la Junta todo sería más fácil, ya fuera vía monetaria o préstamos, o abriéndonos nuevos mercados y acciones de internacionalización, ello nos abriría un horizonte”. Así, indican que será bueno que la Junta “nos ayude a exportar y a promocionar y nos abra las puertas, pues sería una verdadera lástima que una empresa con cerca de 200 años de antigüedad se pierda”.
“Todos, trabajadores y el actual empresario, luchamos para salir adelante, todos queremos salir adelante”, han agregado fuentes del comité, quienes lamentan que “en La Cartuja, entre 2004 y 2009, con el anterior propietario, entró un dinero importante como inversión pública, pero nos preguntamos dónde está ese dinero invertido, porque esas cantidades no se invirtieron en la fábrica”.