Sería impropio e injusto, para lo bueno y para lo malo, realizar un análisis con exactitud del nuevo Sevilla de Emery, según lo visto en la Romareda. Con apenas tres días al frente de la nave sevillista, el técnico vasco únicamente ha tenido la posibilidad de comenzar a instalarse y conocer poco a poco con que activos cuenta en la primera plantilla.
Aún así, el equipo reaccionó en el choque de ida de los cuartos de final de Copa y no se contempló a ese Sevilla pusilánime y desganado de las últimas semanas. Quiso el balón y lo hizo suyo, una de las notas a destacar en la radiografía de Emery. Le gusta dominar el cuero en la parcela ancha para evitar la reiteración de ataques del rival. El Zaragoza únicamente ejecutó dos lanzamientos a la meta defendida por Palop y ninguno de estos desde dentro del área. Además, el equipo unió las líneas, principalmente la zaga junto a los dos pivotes, conformados ayer por Medel y Maduro, y fue una de las claves para que los de Jiménez ni siquiera inquietaran el marco sevillista.
Unai es uno de esos entrenadores a los que le gusta comenzar a levantar la casa desde atrás. Solidez defensiva y carácter a la hora de meter la pierna. Sin conocer aún su pizarra, el miércoles al menos el Sevilla sumó, por intensidad, un notable atrás.
En el debe, la falta de efectividad. El gol lo merodeó hasta en cuatro ocasiones y ninguna supo rematar. Eso sí, en el manual de Unai se plasma la velocidad ofensiva y Navas lo entendió a la perfección.
Confianza en Palop y Coke en el lateral
Palop y Coke, las notas más predominantes en el primer once que dispuso Emery. Palop, aunque venía haciéndolo en Copa, fue de la partida. No obstante, el vasco aún no tiene claro quién defenderá la portería en Liga, ¿Palop o Diego López? Es, tal vez, la gran duda de Unai, que en un principio optará por meta gallego. Por su parte, la titularidad de Coke pone en duda al ‘indiscutible’ Cicinho.
