El hombre acusado de dar cuatro puñaladas a otro tras una discusión en una reunión entre amigos ha reconocido este miércoles que hubo un forcejeo con la víctima, pero ha asegurado que no fue consciente de que lo apuñalara y que el arma no era suya. Asimismo, ha explicado que reaccionó contra el perjudicado para defender al otro procesado, quien ha negado que provocara la agresión desde la puerta de su casa.
La Sección Novena de la Audiencia de Málaga ha comenzado el juicio contra estos dos hombres, aunque la vista oral se ha suspendido al no haber comparecido la supuesta víctima, por lo que se retomará el próximo 24 de abril. La Fiscalía acusa a uno de ellos por un delito de homicidio en grado de tentativa, solicitando cinco años de cárcel, y al otro por un delito de provocación para cometer el anterior delito, por el que pide tres años de cárcel.
Los hechos sucedieron en junio del pasado año. Según el escrito inicial del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, la discusión se inició por la negativa de la víctima a irse de la casa del segundo acusado, donde se estaba celebrando una reunión de amigos en la que todos habían consumido "abundantes bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes". Tras una primera discusión, el perjudicado se fue de la casa.
Entonces, señala la acusación pública, el primer acusado le persiguió por la calle, le alcanzó y "le propinó cuatro puñaladas a la altura del torso y del cuello", aunque la víctima se levantó herido y fue hasta el portal donde vivía un familiar, en el que apareció la Policía. El acusado se dio a la fuga y se deshizo del cuchillo utilizado, presentándose al día siguiente por la mañana de forma voluntaria en la Comisaría, dice la Fiscalía.
Este procesado ha declarado que es cierto que "íbamos bien de droga y alcohol" y que la víctima se alteró con el otro acusado y dueño de la casa, al que pegó e incluso llegó a amenazar con una catana que había en la vivienda. Ha relatado que intervino para defender al otro y que fue detrás del perjudicado a la calle porque se había llevado su móvil. Entonces, hubo un forcejeo, la víctima sacó el cuchillo y no recuerda haberlo apuñalado.
Ha insistido en que el cuchillo no era suyo, apuntando que las 27 veces que ha sido detenido antes nunca le han encontrado un arma; y en que, tras los hechos, el hombre no se quedó en el suelo, sino que se levantó y se fue. Este acusado ha estado en prisión hasta ahora, aunque la Sala ha acordado su puesta en libertad, con orden de alejamiento del perjudicado, tras pedirlo la Fiscalía y adherirse las partes.
El segundo acusado, según el fiscal, presenció la agresión en la puerta y esgrimió la catana para "incitar" al otro, gritándole: "toma, dale con esto, atraviésalo con el sable, mátalo". Éste ha negado los hechos y ha asegurado que no vio la agresión, ya que "cuando vino la Policía estaba inconsciente en el suelo". Ha declarado que no denunció a la víctima por amistad con su padre y que "si no es por este señor --el otro acusado--, puedo perder la vida".
La víctima sufrió varias lesiones en la zona costal y precisó varias asistencias médicas y un tratamiento quirúrgico, invirtiendo en curar 80 días, todos ellos impedido de sus obligaciones. Uno de los médicos que lo atendió ha declarado que descartaron lesiones vitales que pudieran comprometer su vida, al apuntar que no había afectadas estructuras importantes, aunque no ha podido concretar qué hubiera ocurrido si no hubiese ido al hospital.