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Cádiz

Fallece Ramón Blanco a los 61 años

La familia cadista está de luto por la muerte de Ramón Blanco, leyenda del equipo gaditano como jugador y el segundo entrenador con más partidos dirigidos

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  • Ramón Blanco -

El cadismo está de luto. A mediodía de ayer se confirmaron los peores augurios con el fallecimiento de Ramón Blanco debido a un derrame cerebral sufrido la pasada semana y que le mantenía ingresado desde entonces, primero en Puerto Real y luego en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz.

Muy querido por el entorno del equipo amarillo, el gallego ya era un gaditano más. Por el Cádiz CF lo dio siempre todo, primero como jugador y más tarde como entrenador en cuatro etapas distintas.

Sus problemas de salud le aconsejaron abandonar el banquillo tres jornadas después de haberse hecho cargo de él este curso. Pero nunca abandonó al Cádiz, no podía, como tampoco había podido rechazar la oferta para hacerse de nuevo cargo del primer equipo: “Soy cadista, y no le puedo decir que no al Cádiz”.

Nada más conocerse la triste noticia las reacciones desbordaron las redes sociales. Blanco, que había sido trending topic nacional (tema más comentado) en Twitter el día de su último regreso al banquillo, volvió a serlo ayer, lo que demuestra el gran cariño que se le tenía en el país.

Mítico jugador y entrenador
Como futbolista formó parte de la plantilla que consiguió el primer ascenso del Cádiz a la máxima categoría, entrando en la segunda parte del mítico partido del ascenso ante el Terrasa (2-0, 5 de junio de 1977). Había jugado en el Mallorca y el Betis, pero de amarillo vivió cuatro temporadas antes de defender a Recreativo, Portuense y Chiclana.

En la campaña 1990-1991 se convirtió en un mito del cadismo gracias al recordado episodio de la promoción de descenso contra el Málaga. Además, en la última jornada de liga había tenido la genial idea de darle una oportunidad a Kiko Narváez, que remontó el partido ante el Zaragoza. Pero ahí no quedó su aportación a la época dorada del club, al que volvió a salvar la campaña siguiente.

En la temporada 1992-1993 no fue el elegido para dirigir al equipo, pero se tuvo que recurrir a él a mitad de temporada, tarde ya, por lo que no hubo remedio y los amarillos perdieron la categoría.

De nuevo se vistió de apagafuegos mediada la temporada 1996-1997, en la que el club recurrió a sus conocimientos para intentar remontar el vuelo, cosa que consiguió, aunque mejor le fue en la siguiente campaña clasificando al Cádiz CF para la liguilla de ascenso a Segunda.

Tras entrenar a varios equipos, entre ellos al vecino San Fernando, llevaba desde el año 2004 alejado de su pasión, vivir el fútbol desde dentro. A partir de entonces se convirtió en uno de los rostros que cada noche ofrecían las novedades del equipo en El Submarino Amarillo (Onda Cádiz). Era una forma de seguir vinculado al club de su corazón hasta que se le ofreció la oportunidad de volver.

La triste noticia propició una avalancha de condolencias personales y de clubes, entre ellos el Xerez CD, demostrando que las rivalidades deben quedar en el césped. El propio Cádiz CF emitió un comunicado para expresar su “enorme dolor por la pérdida de un mito del cadismo”, agradeciendo “las numerosas muestras de cariño de los medios de comunicación y numerosos clubes”.

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