La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al hombre acusado del triple crimen en la localidad valenciana de Castellar en octubre de 2011 a cumplir una pena de 69 años de prisión por su conducta homicida "feroz". Al tribunal le parece "asombrosa" su selectividad de recuerdos, ya que durante el juicio admitió tan solo dos apuñalamientos y un forcejeo, "precisamente" en los que no hubo testigos.
Así consta en la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que condena al hombre por tres delitos continuados de asesinato y por otros dos de asesinato en grado de tentativa. Junto a la pena de prisión --cuyo máximo cumplimiento efectivo es de 25 años--, también tendrá que pagar casi un millón de euros en indemnizaciones por lesiones o secuelas.
El tribunal, para fijar esta condena --la solicitada por el ministerio fiscal-- tiene en cuenta que el acusado manifestó en el juicio los hechos "en la forma que mayor beneficio" le pudo proporcionar. Así, desde la inicial manifestación de consumo de dos quintos de cerveza, pasó a verbalizar que tomó seis o siete cervezas, para finalmente llegar hasta nueve. Asimismo, entiende que "curiosamente" admitió haber acuchillado "únicamente a las tres personas que de algún modo vio sobrevivir al brutal ataque".
Por ello, considera que el hombre presentaba una conducta homicida "feroz", "pero en modo alguno automática". "Ni la conducta del acusado era absolutamente automática, ni descoordinada, ya que subía y bajaba la escalera y acometía los obstáculos que se le presentaban para la consecución de un objetivo que no puso de manifiesto", añade.