Hasta ahora había permanecido callado, esperando conocer en qué desembocaba el expediente contra él. Después de que la Inspección de Educación de la Junta de Andalucía lo haya cesado como director del CEIP Sierra Bermeja, Pepe López, quiere aclarar, documentos en mano, todas la denuncias contra su gestión estos 27 años.
Sigue reiterando que su marcha “no se debe a un tema docente”. “No ha sido un grupo de padres sino una familia en concreto la que promueve esto”, asegura López. Y está muy molesto por cómo se ha desarrollado la investigación: “fui el último al que llamaron, ha sido parcial, no han estudiado mis alegaciones, solo han llamado a una parte cuando había muchos profesores dispuestos a prestar declaración”.
López reitera que la delegación de Educación estaba al tanto de todos los puntos que han sido denunciados y nunca había puesto ningún inconveniente. “No entiendo por qué ahora los califica como hechos graves, cuando se podían haber rectificado”. Una de las cosas que más le han dolido es que los padres “hayan dicho que se obligaba a pagar una cuota extra para atender en el comedor a los más pequeños”. “En 2001 nos encontramos en la tesitura de que empezaban niños de 3 años, que nunca habíamos atendido antes y decidimos en el Consejo Escolar que se pondrían monitores para que los cuidaran de forma personalizada, pero se pagaba a través de la empresa que gestiona el AMPA”, dice.
Nos remite a un documento: una extensa publicación del Presidente de ASADIPRE (Asociación Andaluza de Directores de Centros Públicos de Educación Infantil y Primaria), Juan Bueno. “Me han mostrado su apoyo e incluso me están llamando de centros de otros puntos para estudiar mi caso”, nos confiesa.
El comedor: "En ningún momento se obligó a los niños a servir, es voluntario”
Uno de los temas más polémicos cuando salió a la luz la propuesta de cese de Pepe López fueron las quejas por el comedor escolar. Se denunció que los niños de sexto tuvieran que servir las mesas. López precisa que es una tarea “voluntaria”: “en ningún momento se ha obligado a los escolares a montar y desmontar el comedor, es una tarea que se lleva haciendo desde el año 86 y hay muchos niños que no la hacen”. López lamenta que, una vez comunicada este desacuerdo a la Inspección, intentara rectificar el asunto y fuera en balde. “Al día siguiente de que la Inspección me dijera que no se podía hacer, se suprimió y aún así la Inspección me lo ha imputado como falta grave”, explica. Asegura que esta acción estaba recogida en el boletín que se envía a las familias y que Educación conocía el funcionamiento y “nunca se puso reparo alguno”.
Presunta discriminación: “La actividad se organizaba desde el área de Religión”
Otro de los puntos contenidos en el grueso de irregularidades denunciados hacía referencia a una presunta discriminación hacia algunos alumnos que no asisten a clase de religión a la hora de participar en actividades lúdicas. Pepe López quiere aclarar que la excursión se lleva realizando desde hace más de 15 años “y está organizada por el área de Religión, por ello solo participan estos alumnos y no los de ética”. “Está recogido en el Plan de Centro”, puntualiza. El ya ex director cree que la no asistencia de una alumna fue la que desembocó en la denuncia interpuesta contra él.
Polémica comunión: “Nunca se ha cobrado por dejar que se hagan eventos privados”
Diario Sur tituló el cese de Pepe López como “Educación destituye a un director que dejaba comer a familiares y celebrar fiestas privadas en el colegio”. Y es que muy sonada fue la celebración de la comunión de la hija del conserje del centro. Se puso en tela de juicio que se estuvieran percibiendo cantidades de forma irregular. “Se celebró un sábado, él vive dentro del centro y se desvive por él, me da pena porque le fastidiaron el día”, dice. Según él, la normativa escolar da libre autonomía a los centros para hacer uso de las instalaciones públicas mientras que no difieran en el horario lectivo. “Nunca se ha hecho ninguna actividad que entorpeciera ni se ha cobrado por ellas y todo aquel que ha comido en el comedor ha pagado, siempre que hubiera sitio”, apostilla. “Se han dejado siempre espacios para eventos de hermandades y asociaciones, otros colegios lo alquilan y cobran por ello, nosotros nunca”, puntualiza.
¿Cuestión política?
En las casi dos horas de encuentro con esta redacción, López sigue insistiendo en que su cese “no es una cuestión docente”. “No sé si les molesta que hayamos hecho cosas grandes en el colegio, fuera de lo habitual para mejorar los servicios”, apunta.
Le preguntamos si su vinculación a las siglas populares y, más concretamente, su afinidad por el alcalde, José María García Urbano, haya podido que ver. “Política puede haber por medio, seguiré respaldando al alcalde. No es la primera vez que me atacan por estos temas”, reconoce.
Después de que Educación haya considerado con suficiente entidad y justificación las denuncias presentadas para retirarlo de sus funciones en el clegio, López estudia si recurrirá a la decisión de revocación de su cargo, y juega con cartas en su poder. Mientras, el nuevo director del centro ya ha sido nombrado. Sigue siendo profesor y aún no sabe qué materia impartirá a partir de septiembre, a dos meses de su jubilación.