Arrancaba movida la Junta General de Accionistas del Sevilla FC desde el minuto uno con hora y media de retraso en su comienzo y el 64,50% finalmente del capital social representado en el salón de celebración.
Tal dilación fue debida al cambio de última hora en los requisitos para acreditar las acciones sindicadas a los pequeños grupos de accionistas; situación que provocó las protestas de las asociaciones ‘Voz del Sevillismo’ y ‘Pequeños Accionistas’ a través de un comunicado ante lo que consideran un atropello por parte del consejo de administración; si bien dicha tesitura se terminó solucionando.
Pepe Castro, asumiendo el papel como presidente en funciones tras la marcha de José María del Nido y una vez agradeciéndole al exmandatario su labor al frente del club, lanzó un paso adelante en su discurso institucional: "Aquí estoy, soy un hombre hecho a mí mismo de la mano de Francisco Guijarro en los primeros años, que ha aprendido de lo bueno y lo malo y que afronta esta etapa con tremenda ilusión”, afirmó.
Antes siquiera de poder abordar el primer punto del día, Eduardo Arenas, portavoz de la ‘Voz del Sevillismo’, solicitaba una Junta General Extraordinaria para la ratificación del actual consejo de administración. Por parte del consejo y por parte del presidente, José Castro, se le instaba en varias ocasiones a que centrara estos puntos en su oportuno momento, y no en la intervención de reservas y conformación de la Junta.
Posteriormente, el consejero Villanueva Ruiz Mateos realizaba las particulares cuentas actuales, bien elaboradas y claramente expuestas, unos ingresos por valor de 85,7 millones de euros y un superávit de 2,4 millones de euros.
La Asociación de Pequeños Accionistas lamentó lo que, a su juicio, es insuficiente información facilitada por parte del club a este colectivo y reformas estatuitarias. Pese a ello, decidió dar un voto de confianza en esta nueva etapa y el apoyo de todos. Lo dicho, todo atado y bien atado.