Una joven de 23 años, Aysha Elmortada, y su hijo han sido desalojados hoy de un piso en el que vivían como okupas en un edificio de la avenida de San Severiano de Cádiz.
El principal temor de Aysha, que estaba llevando a su hijo al colegio en el momento en el que comenzó el desalojo, en torno a las nueve de la mañana, es que Asuntos Sociales pueda arrebatarle al pequeño, por lo que espera la designación de un abogado de oficio para que le ayude en su difícil situación.
Se cumple así el primero de los desalojos decretados judicialmente contra las personas que llevan meses viviendo en esta finca de propiedad privada pero utilizada anteriormente por la Junta de Andalucía, según un convenio firmado con la propietaria, para acoger temporalmente a personas realojadas.
En el edificio han llegado a convivir hasta doce familias y una veintena de menores, la mayoría vecinos del barrio que, acuciados por el desempleo y los problemas familiares, permanecen desde hace meses ilegalmente en estas viviendas en las que han carecido de suministro eléctrico durante varias semanas.
Precisamente una de las vecinas, Lucía Díaz, se ha encargado de ayudar a Aysha a recoger sus pertenencias "a la bulla y con prisas", ya que en el interior han quedado enseres personales y ropa del pequeño.
Díaz, junto con el resto de vecinas que ocupan la finca, han cortado esta mañana el tráfico para protestar contra el desahucio que se estaba ejecutando y ha anunciado que, a partir del lunes, "se va a llenar el Ayuntamiento" ya que van a acudir a concentrarse ante las puertas del consistorio tanto los afectados como otros ciudadanos en solidaridad con ellos.
"¿Vamos a tener que ponernos en la puerta del Ayuntamiento con un colchón para que la señora Teófila Martínez (alcaldesa de Cádiz) nos de una solución?", se ha preguntado esta vecina.
