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Lunes 08/07/2024  

El Puerto

“Vivimos esto con mucha tristeza”

Una ucraniana, afincada en El Puerto desde hace doce años, analiza lo que está ocurriendo en su país

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  • YELENA -

Con tristeza y mucha pena. Así está viviendo Yelena, una ciudadana ucraniana afincada en El Puerto, lo que está ocurriendo actualmente en su país. “Es uno de los países más pobres de Europa, aunque está bastante desarrollado, y la verdad es que no podía imaginar que las imágenes que se vieran, especialmente las de la plaza, fueran tan parecidas a las de la guerra”, comenta.

Yelena se refiere, concretamente, a las escenas que se han repetido en los últimos días en la plaza del Maidán, ubicada en el centro de Kiev, en la que se han visto enfrentamientos de las fuerzas armadas del país contra la ciudadanía. “Pienso que la gente no sólo se ha levantado porque quisieran entrar en la Unión Europea, que también, sino que luchaban contra la corrupción que vive el país”, puntualiza. Corrupción que se instauró en el país desde su separación de la Unión Soviética en los años 90 y, según relata Yelena, “es algo a lo que ya todo el mundo está acostumbrado”. “No nos referimos sólo a la corrupción de los políticos como lo que hemos visto con Yanukovich, con la mansión de lujo y llena de oro, sino también a los funcionarios, a los médicos… que están acostumbrados a que el ciudadano vaya con un regalito o un sobrecito para que así les hagan más caso y les atiendan”, indica Yelena.

Estas últimas semanas está resultando fundamental las informaciones que se están proporcionando. Aunque, como subraya Yelena, “dependiendo del canal, se escuchan unas noticias u otras”. En este sentido, hay que tener en cuenta que, ideológicamente y por ubicación, Ucrania está dividida en dos partes, habiendo una más pro-rusa. “La parte pro-rusa vive, sobre todo, de los acuerdos comerciales que se tienen con Rusia y no quiere perder eso. Desde Rusia lo que se dice es que la entrada en la Unión Europea podría hacer que se perdieran, lo que perjudicaría a la población, o, al menos, eso dicen. Sin embargo, si se entra en la UE imagino que también se pueden establecer otros acuerdos, pero no se sabe muy bien qué es lo que puede ser más beneficios para el pueblo”, explica Yelena. Aun así, ella optaría por la entrada en la zona comunitaria, “ya que, al menos, se eliminaría la corrupción tan grande que se ha estado viviendo todos estos años”. Y es que, según recalca esta ucraniana, y sólo por poner un ejemplo, los sueldos en su país rondan los 150 euros mensuales, mientras que los productos de primera necesidad tienen el mismo precio que los que encontramos en España.

Además de la preocupación normal por lo que está viviendo el país, Yelena también está pendiente de parte de su familia que vive en Ucrania. Concretamente, ellos residen en Jersón, al sur del país, una zona dedicada fundamentalmente a la agricultura. “Allí viven dos tíos míos con sus familias que ya están jubilados y mi hermano y aunque viven en una zona muy tranquila, sí es verdad que cuentan que la gente está viviendo estos días con miedo”, ha subrayado. Ejemplo de ello es que su hermano se ha visto obligado a postergar un viaje de trabajo por los revuelos que se están produciendo y porque, como cuenta Yelena, “no se sabe en qué momento te puedes encontrar con los radicales y te puede pasar algo”. Sobre todo, y como matiza, “viniendo de una parte más pro-rusa, en la que, a veces, no está bien visto, ni siquiera, que hablemos ruso en vez de ucraniano, que es algo que hemos aprendido y hecho desde niños”.

Yelena llegó a España hace ahora doce años con apenas 19. “En la radio escuchábamos que aquí había mucho trabajo y me vine con mi madre a trabajar para conseguir dinerito y poder estudiar otra carrera que me diera otras posibilidades de trabajo”. Y es que, aunque Yelena ya había cursado la carrera de música, con la especialidad de folclore, necesitaba ampliar sus estudios a otros campos para así poder conseguir empleo. Sin embargo, lo que se preveía iban a ser, en principio, un par de años, acabaron convirtiéndose en más de una década, después de que esta ucraniana encontrara a su pareja y formara una familia. No obstante, y aunque viva de lejos todas estas informaciones, espera y confía que poco a poco se vaya normalizando la situación y el país resurja con mucha más fuerza.

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