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Carta a los concejales no imputados

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En estos días en los que muchos se tirarán directamente a la yugular de los concejales y ex concejales de nuestro Ayuntamiento a los que la jueza ha vuelto a imputar a petición de la Fiscalía, quiero ser hoy una excepción y dirigirme a los no imputados, a los que, bien por cercanía generacional o incluso por cordialidad o parentesco, ostentan cargos públicos, porque así legítimamente los eligió el pueblo en las últimas elecciones locales. Me dirijo en estas líneas a roteños como Auxiliadora Izquierdo, Óscar Curtido, Mª de los Ángeles Sánchez o Ana Luna, entre otros, que tras una nueva imputación judicial a sus compañeros de partido tendrán que lidiar con momentos de tensión y de apoyo ¿incondicional? hacia quienes han compartido más de una junta de gobierno, más de una decisión o más de un café en momentos de relajación (no caeré en la tentación de citar el “spanglish anabotellesco”). Y lanzo aquí esta reflexión desde la sinceridad y desde mi participación en la política local desde unas siglas muy bien definidas y de las que me siento muy orgulloso.

Y quiero hablarles a estos concejales, entre otras cosas, porque viendo la relación de personas que han salido a la luz tras esta última imputación, estoy convencido de que éstas son el pasado de nuestra política, muchos de ellos ya no participan en la primera línea y otros incluso dudo mucho de que sean el presente de nuestro pueblo. Ese listado de personas (entre las que habrá, como en todas las cosas, de todo: competentes e incompetentes) no pueden servir a los concejales no imputados como referentes del futuro político de nuestro pueblo, son el pasado, un pasado del que tenemos muchas cosas que aprender.

Es aquí hacia donde se dirige mi reflexión, sé que será difícil pedirle a los imputados que den un paso atrás, más aún mientras no haya sentencia desfavorable y se confíe, como yo he defendido, en la presunción de inocencia (lo reconozco, confío –a veces demasiado- en la gente); pero tras esta última imputación, de la que nos enteramos el martes 18 de marzo, es momento de que se empiecen a mover las fichas, porque nuestra política local ya no puede volver a ser lo que era. Por eso les pido a los concejales no imputados que rompan con el pasado. Confieso (no hace falta decirlo) que me gustaría que en Rota gobernara Izquierda Unida demostrando otra forma de hacer política, girando el timón de un barco que sigue a la deriva, porque (es hora de reconocerlo) el proyecto de ciudad de la derecha roteña ya ha tocado a su fin, basta con ver la falta de iniciativas y de nuevas ideas en esta última legislatura por parte del Equipo de Gobierno que se limita a un “copia y pega” para salir del paso. Pero esta llegada de IU al poder no me gustaría que fuera por la inhabilitación de los actuales concejales imputados, me gustaría que fuera una victoria basada en la explicación y el convencimiento de una parte importante de los roteños. Me gustaría que los concejales no imputados que configurarán las listas de PP y RRUU en las próximas elecciones locales volvieran a confiar en el debate como herramienta para convencer al electorado y desterraran esa idea de los hoy imputados del “ordeno y mando”, de entender lo público como un cortijo privado; esa actitud tan del pasado de no permitir el más básico principio de la democracia: la dialéctica basada en el respeto hacia las personas, sin confundir, como tantas veces han hecho los políticos locales hoy señalados por la jueza, la controversia política con la inquina personal.

A estos concejales no imputados les pido valentía para romper con su pasado más reciente (aunque no será fácil en estructuras tan verticales como las que configuran sus partidos), sólo así se normalizará nuestra vida política local y, si el pueblo quiere, volverán a gobernar defendiendo sus ideas, pero, nunca más cometamos los errores de los que hoy declaran como imputados. Otra forma de hacer política es posible y entre todos debemos demostrarlo.

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