Agentes de la Policía Nacional han detenido a 10 personas especializadas en el robo con violencia e intimidación en domicilios, en ocasiones cometidos a individuos relacionados con el tráfico de estupefacientes, un procedimiento conocido en el argot policial como 'vuelcos'.
Entre los detenidos se encuentra el cabecilla de la banda, responsable de captar información de los posibles objetivos para facilitárselo al resto de miembros. Los arrestados se hacían pasar en alguna de sus actuaciones por agentes llevando chalecos y placas, según ha informado la Policía Nacional.
Cinco de sus miembros fueron arrestados in fraganti cuando emprendían la huída tras cometer uno de los robos, interviniéndoseles en el momento dos pistolas con munición, chalecos y dos placas identificativas de la Guardia Civil, 300 gramos de cocaína, varias joyas y dinero en efectivo.
La investigación se inició a finales de marzo cuando los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de un robo con armas de fuego en una vivienda ubicada en el barrio madrileño de Usera.
La víctima relató que, cuando se encontraba en el interior de su domicilio, llamaron al timbre y al abrir la puerta fue abordado por tres individuos que le amenazaron con un arma de fuego, le ataron con bridas y le amordazaron con cinta americana.
Gracias a la colaboración de varios testigos se pudo lograr la plena identificación de este grupo, según ha señalado un portavoz de la Policía Nacional. Con ello, los agentes pudieron verificar que alguno de ellos ya había sido investigado por perpetrar hechos de similares características.
UN LÍDER EN DOS EQUIPOS DE TRABAJO
Las primeras indagaciones determinaron que el líder del grupo, conocido como "Eddy", captaba toda la información sobre los posibles objetivos, calculaba la viabilidad de cada operación, las medidas de seguridad a adoptar y las personas que necesitaba para cometer el golpe. Así, elegía a los miembros del grupo que se adaptasen a sus necesidades.
De esta dorma, el líder y cabecilla contaba fundamentalmente con dos equipos de trabajo, uno de ellos formado por personas de origen dominicano y otro de individuos españoles.
Tras varios meses de gestiones, cinco de los ladrones fueron arrestados in fraganti cuando acababan de cometer un robo en una vivienda de la que habían sustraído, entre otros efectos, 300 gramos de cocaína. Dos de los arrestados llevaban consigo chalecos de la Guardia Civil y dos placas identificativas, así como dos pistolas. Al día siguiente los agentes, una vez localizados, procedieron a la detención del resto de la banda.
Además, se realizaron cinco registros domiciliarios. Los policías intervinieron joyas, aparatos electrónicos, dinero en efectivo y otros efectos personales. Se han esclarecido un total de siete hechos delictivos aunque no se descarta su presunta participación en otros de la misma naturaleza.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial y del grupo de Policía Judicial de la Comisaría del distrito de Usera, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.