La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Burgos) busca a tres familias originarias de la provincia de Granada para que donen una muestra de saliva de la que el laboratorio pueda extraer ADN que sirva para identificar los restos exhumados en esa localidad.
En la prisión de Valdenoceda, que estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943, se tiene constancia oficial de la muerte de 154 presos republicanos. De ellos, cinco eran de Granada, donde todavía viven algunos de sus descendientes directos.
Después de más de diez años de trabajo, la Agrupación de Familias ha conseguido localizar a dos de esas cinco familias. Esa localización ha servido para identificar los restos de uno de los presos, que ha podido ser devuelto a su familias. A otra familia se le ha tomado una muestra de saliva, de la que el laboratorio extrae ADN para cotejar con el de los restos exhumados.
El primer paso de toda esta labor es la localización de las familias y tres de las cinco familias granadinas no han sido localizadas aún.
Se trata de las familias de Francisco García Vinolfo, natural y residente en Granada capital. Murió en la cárcel de Valdenoceda el 19 de julio de 1941. Era soltero, hijo de Manuel García y Angustias Vinolfo. De profesión, dependiente.
La segunda es la familia de Juan Rodríguez Márquez, natural de Montefrío y residente en Íllora. Murió el 15 de enero de 1942. Era soltero, hijo de Cristóbal Rodríguez y de Antonio Márquez. De profesión, jornalero.
La tercera es la de Francisco García González, que nació y vivía en Motril. Murió el 28 de octubre de 1942. Era viudo. No constan datos ni de su mujer ni de sus hijos. Era hijo de Diego García y de Francisca González.
La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda pide a las familias que se puedan sentir aludidas que contacten a través del correo electrónico valdenoceda.exhumacion@gmail.com para poder realizar pruebas, muy sencillas y sin coste alguno, de ADN.
LA PRISIÓN DE VALDENOCEDA
La prisión de Valdenoceda estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943 en la localidad de Valdenoceda (norte de Burgos). Se convirtió, de hecho, en una terrible cárcel de exterminio, dadas las condiciones de vida de los presos, sin apenas comida. La inmensa mayoría de las muertes se produjeron por colitis epidémica, que no era otra cosa que el impacto del hambre y del frío sobre el cuerpo humano.
Allí murieron oficialmente 154 personas, que fueron enterradas bien en el cementerio viejo (once de ellos), en plena calle (2) o en un solar de Instituciones Penitenciarias (141).
La agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido exhumar a un total de 116 restos, ha podido contactar con 97 familias de toda España y ha identificado 49 restos (uno de ellos, de la provincia de Granada), muchos de los cuales reposan por fin en su pueblo, con su familia.
