Industria para el olivar

La coincidencia de la presentación de la iniciativa de la Federación del Metal y de los sindicatos CC OO y UGT para la creación de un grupo de empresas que impulse toda la industria auxiliar al cultivo del olivar, como es el caso de la maquinaria agrícola, con los datos del paro del mes de octubre, nuevamente al alza en Jaén, debe ser tomada con doble ovación por lo que representa en una tierra muy conservadora en lo que a su cultivo se refiere y porque todo lo que sea frenar la escalada del desempleo debe ser tomado como una buena noticia. La idea, aparte de caerse por su peso, debía haberse convertido en el ‘abc’ de Jaén desde hace décadas, complementando o sustituyendo a la fabricación de trenes ligeros implantada hace algunos años. Sin embargo, aunque la propuesta hay aplaudirla y apoyarla al cien por cien, aunque nazca con vocación largoplacista, es necesario que no se convierta en un brindis al sol y para ello existen algunos males casi innatos de este Jaén olivarero donde la industria siempre fue ciencia ficción (salvo núcleos muy concretos) que hay que solucionar. Este grupo de empresas que propicie una industria alrededor del cultivo del olivar precisa, primero, de incentivos fiscales y ayudas públicas para atraer la inversión de las empresas interesadas y una modernización del sector olivarero y de su ‘status quo’ que impulse la fuerte inversión que debe realizarse.