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Nacimientos para alegrar el mundo

Si un nacimiento es por norma general sinónimo de alegría en la familia, la casa de Antonio Bernal parece un paritorio, una sucesión de dioramas que dan fe del arte que atesora este afamado y reconocido belenista

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En continua evolución, los belenistas de La Adoración siempre sorprenden con algún nuevo trabajo, como se ha comprobado estos días en la exposición de dioramas del salón cultural San Miguel. Pero el maestro de la asociación, Antonio Bernal, sorprende doblemente por los excelsos dioramas que cada vez convierten en más pequeña su casa, aunque su hogar sea en sí un museo dedicado al belenismo y, por tanto, al amor hacia el Nacimiento de Cristo.


Tan grande es su corazón que no sólo es capaz de crear maravillas como las que realiza en su taller casero, sino de abrir las puertas de su hogar para que todos los arcenses, sin distinción, entren a admirar tan bello paisaje que el hombre ha construido para honrar a Dios. Por ello, este jueves 1 de enero, desde las seis de la tarde, para comenzar el año, Antonio Bernal abre su casa de par en par para que todos disfrutemos de sus belenes, compartamos un rato de reflexión y acabemos saliendo con la sensación de que todavía, pese a los tiempos, nos podemos emocionar.


Así, parte de su garaje se ha convertido en una nueva exposición permanente de dioramas que, en este caso, no son propios, sino obra de unos amigos belenistas del norte, sobre todo de Cataluña, donde existen otros maestros que comienzan a dar una nueva perspectiva al trabajo belenista, incorporando nuevas técnicas, motivos y paisajes que en ocasiones se salen de la tónica tradicional. Uno de esos dioramas, obra del catalán Josep Pagespetit, ha sido elegido este año para la fotografía que ilustra el cartel de la Navidad arcense y la portada de la revista Pesebre.  Como Pagespetit, que es un señor de más de ochenta años, los belenistas que han regalado estas auténticas obras de arte a su amigo Antonio Bernal forman en cierto modo una especie de corriente vanguardista, si es que en el arte del belenismo se puede hablar de vanguardismo. Crean sus propias figuras que, con menor o mayor valor artístico, sí aportan otra forma de crear belenes y dioramas, más auténticos si cabe y sobre todo más personales. Esa misma corriente abandona en cierta manera el diorama tradicional entendido como una recreación metida dentro de un cajón, para dejar la parte superior al descubierto y dar así nuevas perspectivas y marcar horizontes infinitos...  Tal es así, que esta colección de belenes se muestra en la casa de Bernal suspendida, con una especie de tarima en cuya parte inferior también se luce algunos trabajos de esparto que dan mayor tipismo, si cabe, a este encuentro con los nacimientos de Cristo. Es la particular forma que tiene Antonio Bernal de honrar el trabajo de sus antepasados y, de paso, decorar su acogedora vivienda situada en la barriada San Rafael.


La amistad del también secretario de la Asociación de Belenistas La Adoración con artistas más allá de Despeñaperros le ha influenciado en su nueva obra, que fluctúa entre la tradición y las nuevas técnicas. Así, otra estancia del sótano de su casa muestra un belén que ya creó el pasado año pero que continúa vigente; un diorama que muestra varias escenas, desde el Nacimiento hasta la eterna mujer que lava en el río o el rebaño de ovejas despistadas que camina hacia una cueva donde dicen nace La Verdad...


Con tanto belén por medio, la casa de Antonio Bernal encierra un valioso tesoro apto sólo para corazones sensibles capaces de ver la hermosura de estos trabajos.  El sonido del agua corriendo, el olor del verde, del barro de las figuras, del corcho aún vivo... son una sucesión de sensaciones y emociones en las que conviene reparar en medio de tanta prisa y estrés; una experiencia inolvidable que los arcenses de bien podrán vivir en primera persona.
No nos cabe más que felicitar a Antonio Bernal, no sólo por su trabajo que lo convierte en uno de los principales belenistas de España y posiblemente de Europa, sino por el feliz nacimiento de su primer nieto: otro nacimiento para alegrar el mundo.

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