La fortaleza sevillista en su feudo volvió a plasmarse con una vital victoria ante un férreo Málaga. Un triunfo que lleva a este Sevilla y a Emery a la historia del club.
Con dos novedades a destacar saltó el Sevilla de Unai Emery al tapiz de Nervión. En primer lugar, con el francés Kolo en el eje de la zaga junto a Carriço, dejando así a Arribas en el banquillo. Y segundo, con Deulofeu de nuevo en un once liguero, en detrimento de un irregular Vitolo.
Y comenzó el encuentro con la carga de tensión e intensidad esperada. Con un Sevilla que quiso atacar de todas todas desde el primer segundo de juego y acumulando un par de llegadas interesantes dirigidas por Deulofeu, en una de ellas con un sensacional pase que estuvo muy cerca de dejar solo ante Kameni al valenciano Iborra. Pero con el transcurrir de los primeros minutos, las fuerzas se fueron igualando y el Málaga empezó a cogerle gusto a la posesión del cuero. Eso sí, hasta el minuto 10 sin ocasiones reseñables.
La primera y clara para los nervionenses llegó en el minuto 18. Con un estadio encendido por un par de tarjetas discutidas mostradas por el colegiado, Bacca aprovechó un error defensivo de los malacitanos para plantarse solo ante Kameni, pero el colombiano tropezó a la hora de golpear la pelota y el meta africano anduvo ágil de reflejos para sacar una mano salvadora cuando ya se cantaba el primero de la noche. Mejor el Sevilla por momentos, pero el Málaga en ningún caso se arrugaba ante el intento de acoso y derribo sevillista.
Bacca sumó la segunda de la noche a la media hora con un disparo desde la frontal al que volvería a responder con agilidad un atinado Kameni. Por su parte, los de la Costa del Sol la tuvieron en el 34 tras un grave error en la zaga sevillista que Duda a punto estuvo de aprovecharlo pero su disparo se fue rozando el palo de Beto. Fueron los mejores minutos malacitanos en el primer periodo.
Pero apareció Deulofeu para dejar claro quién marcaba el toque de calidad entre los 22 futbolistas citados sobre el césped. El catalán se marchó de su par y cuando nadie lo esperaba se sacó de la chistera la magia de la Masiá con un pase de vaselina que dejó solo a Bacca. El colombiano no perdonó y puso el primero.
Cuesta pensar que Deulofeu no vaya a ser titular en este tramo trascendental tanto en Liga como en Copa y anoche lo volvió a demostrar con razones futbolísticas.
Se reanudó el duelo en su segunda mitad con un Sevilla que volvió a mostrar sus intenciones ante la zaga rival. Y el Málaga, sin excesivo acierto, optó por darle el cuero a los nervionenses y a esperar a salir con velocidad a la contra. Por cierto, bien Kolo.
Curiosamente, porque no acostumbra, al Sevilla le costaba achicar espacios cuando los de Javi Gracia salían al ataque, quedando casi siempre en superioridad numérica frente a la defensa sevillista. A pesar de todo, al Málaga ayer le costaba un mundo fabricar un ocasión clara de gol ante el marco de Beto. Y eso lo aprovechó el Sevilla para rematar el encuentro en el minuto 67 con una nueva obra maestra. En esta caso la que fabricó Denis Suárez en una internada por el centro en la que trianguló con Bacca para plantarse en una mano a mano con Kameni que no falló.
Lo dicho, la sentencia como era de esperar, porque el Sevilla recogió todos sus avíos y se dedicó a matar el partido desde la medular. Además, el conjunto malaguista padeció el duro golpe y se borró casi por completo del encuentro. De tal modo, los tres puntos importantísimos para agarrarse con fuerzas a la cuarta plaza se quedaron en Nervión, sumando así los 39 puntos que ya son históricos para el club tras completar una primera vuelta y a falta aún de un partido. Y ahora a por la Copa del Rey en Cornellá.