El español David Ferrer, noveno favorito, reaccionó a tiempo y con fuerza para deshacerse del brasileño Thomaz Bellucci y avanzar a la segunda ronda del Abierto de Australia.
Había cedido el español, semifinalista en 2013, el primer set en el desempate y perdía en el segundo por 2-0, cuando inició una fenomenal remontada para ganar 12 juegos consecutivos y acabar dominando el partido, por 6-7 (2), 6-2, 6-0 y 6-3.
"No ha sido fácil pero estaba tranquilo", dijo sobre su remontada, "no tenía nervios en ningún momento porque pensaba, es a cinco sets, y sabía que Bellucci tenía que jugar mucho y muy agresivo. Al principio me costó, por los nervios, porque la pista estaba rápida, pero a partir del segundo set mantuve la regularidad y me encontré mejor tenísticamente", explicó.
El campeón de Doha ha iniciado una temporada en la que se siente mucho más tranquilo. "A nivel personal, en 2014 estaba mucho más nervioso", admitió David, "ahora ganando o perdiendo tengo más tranquilidad y mentalmente estoy mejor. Lo he conseguido arreglando problemas personales y temas profesionales, y teniendo confianza con mi entorno", comentó.
Mucha de la culpa de su progresión esta temporada ha sido la modificación del gesto con el saque. Algo que le llegó de casualidad durante una sesión de fotos en Madrid, cuando se dio cuenta que colocando el brazo más abierto ganaba en amplitud.
"Fue así, estaba haciendo unos saques y haciendo un gesto me di cuenta, y luego con mi entrenador, Paco Fogués, fuimos trabajando más y más. Me ayuda en el porcentaje", dijo Ferrer, "he mejorado y soy más regular".
Pablo Andujar, mientras, cayó ante el rumano Marius Copil, de la fase previa, por 6-2, 6-2 y 7-5.
