Cuando el Xerez Deportivo Fútbol Club ya ha echado a andar hemos querido hablar con Dani Pendín, su entrenador. Nos hemos centrado en el presente y en el futuro porque el pasado, pasado es. El ‘líder’ tiene sus conceptos claros y sabe que no se puede fallar, que hay que volver a ser campeón.
Toca quedar campeón, no queda otra.
—Ya sabíamos que es objetivo era estar arriba y, por supuesto, quedar primeros. Ya dije cuando nos presentaron las condiciones que tenemos, los jugadores que tenemos, la cantidad de socios que vamos a tener. Todo eso nos obliga a eso y, para mí, no cambia nada. Yo tenía ese objetivo desde que me llamaron y quedar primero era nuestra obligación, como lo ha sido estos dos años anteriores, y así, aunque la Federación haya cambiado el sistema de ascensos por la reestructuración de las categorías, en nuestro organigrama, en nuestro pensamiento no cambia nada. Tenemos que quedar arriba y hacerlo lo mejor posible para ser los primeros.
De cualquiera de las maneras su reto, en su primer año como entrenador de un equipo senior, es importante
—Ciertamente es un reto importante, pero cuando me dieron la oportunidad de coger el equipo sabía qué equipo cogía, en qué entidad estaba. Esta es una entidad que no es normal en la categoría que está por las cuestiones de que decidimos empezar desde cero. Ya han pasado dos años desde que se inició el proyecto y lo lógico es que este equipo esté en Tercera cuanto antes y el reto, además, es hacerlo lo mejor posible. Yo soy el entrenador y tengo la obligación de que el equipo lo haga bien y de que quedemos los primeros. Vamos a jugar con mucha gente con menos condiciones que nosotros y lo lógico es que tengamos que ganar casi todos los partidos.
Habíamos quedado antes del comienzo del primer entrenamiento. Estaba antes de la hora fijada para el encuentro, a pesar de que llegaba de fuera de nuestra ciudad, por aquello de las vacaciones. Se encontraba en el vestuario hablando con los que hasta hace unos dos meses eran sus compañeros y ahora van a ser sus jugadores. Ha arrancado la pretemporada con treinta jugadores, con chavales que dan el salto del juvenil, con juveniles y con otros que están a prueba. A pesar de eso da la impresión de que la plantilla no está completa.
—Hay muchos juveniles que conozco y he decidido que vengan. Primero porque van a aprender mucho de los veteranos y segundo porque no es lo mismo entrenar con el juvenil que hacerlo con el senior. Es otro ritmo. Por eso quiero que estén con nosotros, aunque algunos se irán cedidos. Yo creo que nos faltaría un jugador para completar la plantilla, pero si no viene tampoco será un problema porque tenemos gente para competir perfectamente. Hemos programado muchos partidos en pretemporada para ver a la gente, para que compitan por el puesto. Los juveniles deben ganarse el respeto dentro del primer equipo. Depende de ellos. Yo trataré de hacerlo lo mejor posible y ser lo más justo que pueda, pero el que nunca miente es el campo.
Hay juveniles, como Aranda o Joselito, que ya han jugado con la primera plantilla. Otros como Cabral o Regaliz. Aranda, por ejemplo, ¿podría jugar el sitio que ha dejado libre Juanma Reyes.
—Sí. También está Diego, un chaval que viene del San José Obrero, y otros que pueden hacerlo de central. Falta como dice un puesto y lucharán entre ellos. Para eso están los partidos, para buscarse un puesto, un sitio y ver con quiénes nos podemos quedar. El que no siga seguramente se irá cedido, pero continuará perteneciendo al club porque con 18 ó 19 años todavía no se es futbolista y es bueno que algunos cojan continuidad en otros sitios pero, a los que se vayan, los tendremos presentes todo el tiempo y estaremos pendientes de ellos. Y aquí estamos, pensando en armar el equipo cuanto antes y jugar el máximo de partidos porque es lo mejor para que la gente coja confianza y sepa cómo queremos jugar. La ilusión la tenemos y ya veremos con qué jugadores nos quedamos.
Habla de que los jugadores sepan cómo se quiere jugar. ¿Cómo va a jugar el Xerez DFC de Dani Pendín?
—Muy parecido a cómo lo veníamos haciendo con Carlos, porque yo con el primer juvenil lo hacía muy parecido al primer equipo, aunque por supuesto con mi toque personal. Cambiaremos un poquito, p ero no va a cambiar mucho. Tenemos que ganar, tenemos que procurar que no nos hagan goles y tratar de agradar a la gente. Tenemos mucha gente que está con el club y que, por supuesto, es exigente por lo que tenemos que jugar bien, pero lo que tenemos que hacer primordialmente es estar arriba.
Me comenta de que hay que encajar los menos goles posibles. Vaya marrón que tiene a la hora de decidir el guardameta titular. Porque o bien Edu Villegas, el portero de los dos ascensos, el veterano, el colega de la afición, o bien el joven Iván Ares, que llega de ser titular en Tercera, va a quedarse en el banquillo.
—Eso es lo bonito que tiene la competencia en la portería y también en otros puestos donde hay mucha gente. Creo que tengo dos o, incluso, tres jugadores por puesto. Eso es lo bonito. El problema es mío y es un buen problema. Lo malo sería no tener jugadores y tener que estar con lo imprescindible. Como le comenté en el caso de los juveniles, yo voy a tratar de ser lo más justo posible. Mire, yo durante toda mi vida futbolística he tenido que luchar por un puesto. Me tocó hacerlo porque en cualquier plantilla había cuatro pivotes,. Jugaban dos, uno se iba al banquillo y uno se quedaba sin entrar en la convocatoria y quedándose en casa o en la grada. Me he tirado toda mi vida futbolística compitiendo para no quedarme fuera y aquí, en esta categoría, con el cambio que ha habido en cuanto al sistema de ascensos, con la normativa de que únicamente el campeón asciende a la nueva División de Honor, nos va a exigir competir de verdad y, lógicamente, el año próximo nos va a exigir aún más y en Tercera División ya ni le digo.
Hablando de la Tercera División, ese primer gran objetivo de la entidad, si se queda campeón, como se espera, el año próximo ya se está casi tocando y para ello, pienso, habrá que ir rejuveneciendo la plantilla.
— Poquito a poco, eso está claro.
Este año ya le ha tocado salir a usted, aunque no está previsto en un principio, pero las circunstancias se ha n rodeado.
—De todas maneras era consciente de que me tenía que ir, por la edad que tengo y porque cuando subes de categoría cambia la velocidad y la velocidad es lo primero que se pierde con la edad. Está claro que hay gente veterana, pero en esta categoría es gente muy necesaria para que aconsejen a los chavales. Lo que está claro es si uno llega a esta edad compitiendo como pueden ser los casos de Edu Villegas, de Romerito o del mío propio es porque nos hemos cuidado, porque nos seguimos cuidando, porque el fútbol es incompatible con una vida, digamos, normal. El fútbol es incompatible con las fiestas, con fumar...Eso hay que entenderlo. El fútbol te quita de muchas cosas, pero también tienes el placer o el reto de intentar convertir a alto nivel....En cuanto a lo que me dice está claro que la plantilla se tiene que ir rejuveneciendo pero siempre hará falta gente con experiencia en el vestuario, que sepan estar en campos pequeños, como muchos de los que nos vamos a encontrar en esta categoría. Fuera de casa necesitamos gente con una edad que sea capaz de aguantar los partidos y al propio equipo.
Hemos tocado la experiencia y dentro de esa categoría está Romerito, que seguirá trabajando con uno delos juveniles. ¿Cuál va a ser su rol en el equipo este año?
—Un poco parecido al que yo tuve la pasada temporada.
Pero usted jugó muy poquito
—Romero jugará más. Entiendo que Carlos tenía en mi sitio a gente como Lolo Garrido, Orihuela o Copero y yo mismo le decía a Carlos que no quería jugar porque no era lógico quitarle el puesto a un chico. Mi misión era ayudar en lo que hiciese falta. Por esa razón creo que Romerito va a jugar mucho más de lo que lo hice yo. Al estar yo en el banquillo va a ser el primer capitán y en el vestuario va a ser una persona importantísima. Compaginará su labor como jugador con la de entrenador ya que tiene gente de confianza que pueden estar con su equipo juvenil, como el segundo entrenador o el preparador físico y eso le permitirá estar mucho más con nosotros, aunque es lógico que compagine sus dos labores en este club. De todos modos cuanto más puede estar con nosotros mucho mejor, porque entiendo que es muy importante que lo haga tanto en el vestuario como el campo.
De alguna manera Romerito será su prolongación en el campo.
—Por la edad, por cómo juega, se parece mucho a mí. Ya le digo que es una persona que nos viene muy bien, pero además de él están Lolo y otros muchos jugadores que son muy importantes en este equipo y que ojalá y este año hagan los mismo que fueron en años precedentes, es decir convertirse en estandarte del equipo dentro y fuera del campo.
Hablamos del rol que puede tener un veterano como Romerito, habrá que tratar del rol que pueden tener los nuevos jugadores que se han incorporado a una plantilla que ha apostado claramente por la continuidad. Han llegado, además del portero Iván Ares, el sanluqueño Juanmita Barba y el jerezano y ex xerecista Morlán para el ataque.
—Vamos a ver. A Juanma lo conozco. Es un jugador muy parecido a Biri. Queremos jugar con bandas rápidas y es un futbolista que nos viene perfecto ya que puede jugar tanto por la derecha como por la izquierda. En cuanto a Morlán es cierto que ha sido una petición expresa nuestra porque no teníamos un delantero de sus características, no teníamos un delantero referencia. Tenemos gente de ataque, muy buena, como Guille, como Pedro, como Barberá, pero creo que nos faltaba algo de altura, porque cuando salimos de Chapín nos vamos a encontrar con muchos campos que son buenos, pero que son pequeños y donde se producen muchas circunstancias de segundas jugadas, acciones a balón parado y para eso pienso que necesitábamos ese estilo de futbolista. Morlán tiene 21 años y un futuro enorme por delante, pero, como ya antes le he comentado, eso va a depender solo y exclusivamente de él. Él es quien tiene que buscarse su sitio y ser muy importante para la afición y ese reto lo tiene no solo él sino otros muchos jóvenes que tenemos en la plantilla y que saben que el éxito en el fútbol va a depender en exclusividad de ellos. Cuando empiecen a entrenar, a jugar, es cuando lo tienen que dar, jueguen aquí con nosotros o puedan hacerlo en otra entidad. Al final el futbolista llega donde él pueda llegar, pero lo tiene que dar todo. Eso está claro.
Cuando me comentaba el fichaje de Juanmita Barba ha hecho referencia a Biri. Prácticamente se puede hablar de otro fichaje, porque aunque es un jugador que ya llegó la pasada campaña prácticamente se la pasó en blanco.
—Es cierto que el año pasado no tuvo la suerte de jugar. Lamentablemente se lesionó y tuvo muchos altibajos. Espero que este año le vaya bien. Confío mucho en él, como confío en todos, pero creo que puede ser un jugador muy importante ya que, sobre todo en nuestro Estadio, en Chapín, nos puede dar mucha velocidad por la banda. Nos puede aportar mucho, mucho y ojalá y tenga la fortuna de no lesionarse como le ocurrió la pasada campaña, porque al final también la suerte juega su papel.
Por sus palabras parece claro que quiere que el equipo juegue por fuera, que tenga desborde por bandas...
—Me gusta mucho jugar por fuera. Tenga en cuenta que aquí en Chapín, por el respeto que nos tienen, los equipos van a tender a encerrarse un poquito en su parcela y la mejor forma de destrozar ese sistema es entrando por fuera, con los laterales y con los bandas porque por dentro va a existir mucho tráfico, va a haber mucha gente. La idea va a ser abrir el campo, centrar y después va a depender de la gente que entre desde atrás, de la que gente que se incorpore.
Las segundas jugadas en una categoría como ésta, con esos campos de por ahí, van a ser importantes.
—Claro, por ahí fuera nos vamos a encontrar campos que no son malos, pero que son pequeños, como el de El Torno o el de Puerto Real, por citarle dos ejemplos, donde las segundas jugadas no van a ser importantes, sino fundamentales.
Fundamental para el desarrollo de la competición va a ser el trabajo que se desarrolle en una pretemporada que ya ha arrancado para el Xerez Deportivo Fútbol Club. Desde el primer día se ha visto que el contacto con el balón va a ser esencial, al margen de que hay trece partidos amistosos concertados, con lo que el balón va a estar muy presente.
—Dice bien. Vamos a entrenar mucho con balón, porque al fútbol se juega con el balón. Incluso soy de los que pienso que el jugador, en un entrenamiento, corre más con el balón en los pies, porque lo distraer, que en un campo abierto donde solo tiene que tirar hacia adelante. Nuestra idea es coger desde el primer momento el balón, entrenar bien y darle otro metodología al equipo para que luego en la Liga consigamos nuestro objetivo que, reitero, no es otro que hacerlo bien, agradar a la gente, pero, por encima de todo, quedar primero.
Palabra de Daniel Alberto Pendín, el líder del xerecismo que abandona los terrenos de juego y se convierte en el entrenador que está llamado a llevar al equipo en dos campañas a la ansiada Tercera División, desde donde se comenzará a divisar un pasado que fue de oro en lo deportivo y de hojalata en los económico y un futuro en el que se pretende que el oro deportivo se compagine con una situación económica igualmente dorada. De momento el reto es salir en septiembre en la Segunda Andaluza y conseguir el tercer campeonato consecutivo. Es el objetivo y la obligación, como dice Dani Pendín
