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Málaga

Sergio Garrido: "Taiwán es la Andalucía de Oriente, comparte nuestro amor por la cuchara"

El cocinero malagueño, chef ejecutivo del Hotel La Posada del Patio, regresa del país asiático donde ha promocionado la gastronomía con la Cámara de Comercio de España.

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Se coló en los fogones de casa y se empecinó en darle la vuelta a la tortilla que elaboraba su abuela. Entonces solo atesoraba nueve años pero tiene claro que ese fue el momento en que surgió la chispa. Una inquietud que ha marcado el devenir del joven cocinero malagueño Sergio Garrido, chef ejecutivo del Hotel Vincci Posada del Patio, que hace escasos días regresaba de Taiwán. Ha tenido el privilegio de ser el abanderado de la gastronomía española en el país asiático de la mano de la Cámara de Comercio. Un reto de altura ante el que no se achantó y en donde su experiencia internacional, en el Gran Bahía Príncipe de Jamaica, y su dominio del inglés jugaron como mejores bazas.


Platos para vender las recetas patrias como cochinillo, rabo de toro o carrillada ibérica, que llevan apenas tres meses en el mercado taiwanés, sin olvidar el gazpachuelo o la ensalada malagueña de bacalao. “La experiencia ha sido muy emotiva, ellos llevan el honor por bandera, demuestran menos el afecto que nosotros pero al final llegas contagiando tu humor y acaban siendo un poco andaluces”, asegura Garrido, que admite que los tópicos como los toros, el flamenco o la paella siguen siendo la primera imagen que tenemos en el país asiático. “Aunque son una cultura muy de sopa, se sorprendían al probar el gazpachuelo, y saber que es tan simple como patata, cebolla, pescado y mayonesa”, explica.

Un viaje que también le ha servido al joven chef para descubrir nuevos sabores, con visitas, por ejemplo, a la lonja local. Garrido se atreve con todo: “Tenía muy claro que tenía que integrarme con ellos desde el primer día. Tienen una dieta muy cuidada y me ha servido para descubrir ingredientes o atreverme con platos como sopa de dedos o crestas de gallo”, relata. “Creo que Taiwán es la Andalucía de Oriente, tienen una cultura muy parecida, te acogen como uno más y aunque los sabores son diferentes comparten nuestro amor por la cuchara”, asegura.

Más que un chef
Modesto, nunca suele presumir de sus logros, huye de los flashes fáciles pero admite sentirse como en una nube. La cocina es su gran pasión. Perfeccionista hasta la médula, su ‘gasolina’ para afrontar cada día, eso sí, viene de su dedicación a los demás. Cuando no diseña un nuevo plato en la cocina del Vincci, no duda en organizar una cena benéfica o visitar a los pequeños de las dos organizaciones con las que colabora, Avoi y Mundo Infantil. Colectivos bordados a fuego en su chaquetilla de chef y de los que presume allí donde va. Incansable, aún le queda tiempo para pensar en escribir un libro, que espera vea la luz en 2016. “Será un libro con recetas, pero también con fórmulas matemáticas en las que creo se basa la vida y en donde no faltarán los cuentos infantiles, , para que el cocinero que llega cansada siempre pueda leerle un relato a sus hijos”, nos cuenta. 


Apuesta por defender la cocina malagueña con “competitivad sana” como llevan años haciendo los vascos.  De hecho, La Posada del Patio puede presumir de ser el primer hotel con sello ‘Sabor a Málaga’, el 80% de ingredientes proviene de 100 kilómetros a la redonda . Se confiesa un admirador del gran Pedro Subijana, “como cocinero y persona, ha sabido crear lo que tenemos y mantenerse en la ola y también es poco mediático como yo”, admite. Aunque tiene claro con quién le gustaría compartir fogón y mantel: “me encantaría compartir cocina con Joaquín Sabina o el doctor María Alonso Puig”. Sueños y retos pendientes, pero siempre con Málaga por bandera.

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