Un Betis sin el ‘24’ de Rubén Castro en el once inicial en estos momentos es inviable a todas luces.
No sólo por sus goles, cuyo jugo está exprimiendo al máximo el equipo de las trece barras; sino por su trascendencia en el terreno de juego y el respeto que infunde a la defensa contraria.
Queda claro que este Betis sobrevive gracias al acierto de uno de los artilleros más entonados del momento y cuyo porcentaje; en cuanto a tantos decisivos, no supera nadie en esta Liga.
Ocho ‘dianas’ decisivas que se transforman en puntos matemáticamente y si es como el último envite liguero con Joaquín como asistente, la tarea es obviamente más sencilla.
Un logro en la tabla de goleadores que comparte en cifras con Javi Guerra y Nolito colocándose tan sólo uno por debajo del mismísimo Cristiano Ronaldo con 13 jornadas disputadas ya en el campeonato nacional de Primera.
Prueba clara de la incidencia de Rubén Castro en el devenir de los resultados obtenidos por el bloque heliopolitano es el porcentaje de goles que suma el ariete canario en el equipo; pues hasta el 75 por ciento de ellos, han llevado la rúbrica del atacante bético en lo que llevamos de competición liguera.
Real Sociedad, el Málaga y el Levante sufrieron sus letales actuaciones que les condenaron con derrota. Frente al Villarreal en casa y de visitante en Los Cármenes contra el Granada, sus tantos fueron claves para sacar al menos un punto. Del mal, el menos.
Y aunque se sumaron otros a los triunfos de Gijón y Vallecas, su impronta ante la meta rival también se impuso.
Leyenda viva de la historia bética, Rubén Castro fue y sigue siendo capital en este Betis que sin su presencia, la caída hacia el pozo de la Segunda División, podría catalogarse como un hecho y ejemplos desde luego, ya los ha vivido el cuadro verdiblanco recientemente. Lo dicho. Que no se resfríe Rubén.
