La Refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa ha concluido con éxito su primera parada programa del año que, con una inversión de 3,5 millones de euros, refuerza el nivel tecnológico, la eficiencia de las plantas y su grado de seguridad. Durante los trabajos han participado 20 empresas auxiliares con más de medio millar de empleados.
Según detalla Cepsa en una nota, tras un mes de trabajo, las unidades revisadas en las plantas de Combustibles, FCC-Crudo 3 y Lubrisur se encuentran ya a pleno rendimiento.
Durante la parada se han llevado a cabo labores de mantenimiento, inspección reglamentaria de equipos y cambios de catalizadores en algunas unidades destinados a mejorar la seguridad, la disminución de las emisiones a la atmósfera, la eficiencia y el nivel de innovación y tecnología de las plantas. Todo esto ha supuesto una inversión de 3,5 millones de euros.
En el desarrollo de todos estos trabajos, junto al personal propio de Cepsa, han participado más de 500 profesionales de hasta 20 empresas auxiliares, en su mayoría pertenecientes al Campo de Gibraltar como Navec, Masa y Meisa, entre otras.
Previamente a la entrada al recinto toda persona que colabora en los trabajos recibe un curso sobre seguridad y prevención por parte de Cepsa que se suma a la formación facilitada por sus respectivas empresas.
PLANIFICACIÓN
Habitualmente, Cepsa realiza paradas programadas de sus unidades, donde se efectúan labores de mantenimiento intensivo e inspecciones que, normalmente, no se pueden hacer con las unidades en marcha. Estos trabajos permiten a la compañía contar con unas instalaciones "modernas, seguras, eficientes y con una capacidad técnica integrada".
La parada requiere una detallada planificación, durante los meses previos, con reuniones entre los departamentos y las empresas auxiliares.
Esta coordinación, junto al "riguroso" control de las tareas diarias, resulta "esencial" para garantizar la seguridad de las personas y de las instalaciones, y conseguir el objetivo de cero accidentes por el que trabaja la compañía.