La Diputación de Sevilla ha destinado 63.140 euros, al contrato correspondiente a la "recogida de residuos y limpieza en el camino del Rocío durante la Romería 2017", según los términos de dicho contrato, recogido por Europa Press y que especifica que "las zonas donde transitan y acampan las hermandades suelen ser espacios naturales que precisan especial protección, frente a fuentes de contaminación".
Los términos del contrato, además, especifican un plazo de ejecución de "45 días después del Domingo de Pentecostés", pues "los trabajos comenzarán los días previos a la entrada de las hermandades en los de actuación señalados" en el propio contrato.
Al respecto, cabe recordar que ya en 2015, el convenio firmado entre la Diputación y el Ayuntamiento de Aznalcázar, en el marco del acuerdo alcanzado para la derogación del denominado como peaje rociero, --la desechada ordenanza municipal destinada a gravar el tránsito y pernocta de las hermandades rocieras en los pinares de dicho municipio--, se tradujo en un desembolso de 46.189 euros por parte de la institución provincial, para contratar la recogida de los residuos que dejan los romeros.
EL 'PEAJE ROCIERO'
Esta ordenanza, ya derogada en su momento merced al citado acuerdo, obligaba a las hermandades rocieras que pernoctan o sestean en los conocidos pinares de este municipio, a entregar una fianza de 3.000 euros cuya devolución estaba sujeta a la ausencia de perjuicios o desperfectos en el medio natural durante su estancia, además de una cuota de 25 euros a pagar por cada vehículo de estas comitivas rocieras.
En ese sentido, la por entonces alcaldesa de Aznalcázar, Dolores Escalona, manifestaba a Europa Press que los ayuntamientos de Almonte e Hinojos, ambos en la provincia de Huelva, aplican medidas similares con las hermandades, detallando que la fianza de 3.000 euros por pernoctar o sestear en los pinares del municipio se aplicaría a las hermandades rocieras para prevenir cualquier daño en el medio natural. En cuanto a la cuota de 25 euros por vehículo, explicaba que las hermandades que deciden pernoctar o sestear en los pinares de Aznalcázar generan unos gastos al Ayuntamiento en materia de seguridad, limpieza y vigilancia, con lo que argumentaba que se trataba de un modo de compensar tales costes.