Marcos tiene autismo, pero a la vez es un niño alegre, que quiere sacar adelante su vida con normalidad, con el complemento de que su abuela, María Quintanilla, y su madre, Iria Juaneda, han querido que su nombre y su historia protagonicen un libro que ayudará a partir de ahora a niños como él.
Ambas pusieron en marcha en su día la idea de plasmar la experiencia de esta familia de Mairena del Aljarafe (Sevilla) con el autismo, pero haciéndolo de forma positiva, contando como su hijo acude a su amiga La Luna para que lo ayude a jugar con otros niños, "porque no sabe cómo actuar y a veces no entiende lo que dicen", como explica la sinopsis de un libro editado por Círculo Rojo bajo el nombre genérico de 'Marcos y La Luna".
Todo gracias a la experiencia de esta madre de un niño que ahora tiene cuatro años, y que sufre transtorno del espectro autista, algo en lo que "cada persona se ve de una forma diferente", como explica Iria a Efe, señalando que el libro "especifica las necesidades de Marcos y como ayudarle", de una forma interactiva que está haciendo que otros niños puedan ser ayudados por su experiencia.
Los datos hablan por sí solos, como explica la coautora del libro, que señala que "ahora estoy conociendo a muchos niños con autismo, porque estoy metida en este mundo, y en realidad hay muchos más de lo que pensamos, puede que uno de cada 100 o 150 niños", lo que hace que haya que tirar de mucha imaginación, caso de este libro, para muchas veces poder atenderles y conseguir llegar hasta ellos, y viceversa, con la naturalidad con la que, al fin y al cabo, hay que actuar con los niños.
Su sinopsis señala que "La Luna, con una dulce canción, abre el corazón de Marcos al resto de niños del colegio y les enseña cómo ayudarlo. Un cuento lleno de aprendizaje y valores cómo la empatía, la igualdad o la amistad. Sin duda hará crecer a sus oyentes y lectores hasta el infinito", lo que ella misma está experimentando, ya que una de las formas de promoción del trabajo, que nace con un fin social, es acercarlo a los chicos en los colegios, usando el modelo del cuentacuentos.
Y es que el libro "se ha hecho por autoedición, aunque está en algunas librerías, pero intento distribuirlo yo, y lo que hago es moverlo mucho en los colegios y que sirva como herramienta de integración", con el fin, incluso, de ayudar a que los niños que están en aulas específicas se integren en las ordinarias con absoluta normalidad.
Una de las bases del libro es que las familias que tienen niños con alguna dificultad tienen que potenciar en ocasiones eso que parece un problema, porque "tenemos poder para conseguir cambiar las cosas y llegar a mucha gente", de modo que Marcos y La Luna no es sólo un libro, sino una herramienta de trabajo que se ha mostrado de una utilidad sorprendente.
La experiencia en los colegios ha sido tan enriquecedora que, junto a la profesora de Marcos, se ha podido ir apreciando como ha ido Marcos superándose en el día a día, así como sus propios compañeros de clase han comenzado a ayudarle de forma espontánea, a pesar de que, con cuatro años de edad, muchas veces no se tiene claro lo que pasa alrededor y cómo echar una mano a un compañero de clase con problemas.
Los primeros beneficiados son los propios niños, los que tienen autismo de forma concreta en los colegios o los que pertenecen a la Asociación Autismo Sevilla, a los que van destinados parte de sus beneficios, de la misma forma que se beneficia la recién creada Asociación Marcos y la Luna, y todo ello con el trasfondo de conseguir que el autismo se vea con tanta normalidad que hasta un libro puede conseguir que se llegue a los niños que lo tienen, y viceversa.