El Juzgado de lo Penal 1 ha condenado a nueve meses de prisión al joven de Antas (Almería) que amenazó a un adolescente de origen marroquí, al que fue a buscar a su domicilio y al que espetó de forma "violenta": "Voy a comprar gasolina y te voy a prender fuego a ti y a tu casa".
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera a D.C.S. autor de un delito de amenazas del artículo 169.2 del Código Penal y le impone la pena que interesó en sus conclusiones el fiscal, quien modificó su acusación tras el acto de juicio al estimar que no quedó acreditado que hubiera "motivaciones racistas" en su actuación.
Según los hechos probados, el joven, con motivo de una discusión anterior que había tenido con la víctima, de quien era "conocido", se personó el 27 de enero de 2016 en su domicilio junto a personas no juzgadas.
Una vez allí, y de forma violenta, le dijo: "Voy a comprar gasolina y te voy a prender fuego a ti y a tu casa", único incidente que considera probado el magistrado Luis Columna, quien remarca que no consta que existiesen "otras amenazas ni que el acusado fuese el autor de diversos daños" en la fachada del inmueble y en un vehículo.
El fallo subraya que, aunque la víctima dijo en juicio que "no ha tenido miedo", esto no supone que las amenazas "no se hayan consumado" y apunta a que es "evidente que, en su momento, sí le causaron bastante temor", lo que fue el motivo de que "se lo comunicase a su padre, quien interpuso la denuncia".
Rechaza, no obstante, el magistrado imponer la orden de alejamiento que solicitó el Ministerio Público ya que, según señala, "la relación entre los implicados vuelve a ser buena y no consideramos la imposición de la misma como necesaria".
En su escrito de calificación provisional, el fiscal llegó a pedir dos años y medio de prisión para D.C.S. acusado de "hostigar" presuntamente a la familia del joven amenazado "por el mero hecho de ser marroquíes" y de causar daños en sus propiedades.
Le atribuía supuestamente amenazas de muerte "en varias ocasiones" a los denunciantes, haber lanzado "piedras y botellas con agua fuerte" contra la fachada de su casa, haber realizado pintadas de ideología nazi o el haberse dirigido al instituto donde cursaba estudios el hijo para "recriminarle al director del centro porque le daban a los marroquíes más derechos para quitárselos a los españoles" y gritar "muerte a los moros de mierda".