Acongojado y sin saber qué hacer se quedó un onubense de 37 años tras ser embestido hasta en dos ocasiones por un taxista al que considera un “kamikaze”. O al menos eso le hizo saber el 2 de octubre a la Policía Local, que está investigando lo sucedido. Todavía en estado de shock, este padre de familia relata a Viva Huelva la “persecución” que sufrió, a la que no encuentra motivo, y sigue alucinado por la situación “surrealista” que le tocó vivir.
Corrían las 12.37 horas de ese fatídico lunes 2 de octubre cuando este onubense se puso su casco en la zona de La Merced y fue a un envío de trabajo. Subiendo el paseo de Buenos Aires comprobó por el retrovisor la “conducción agresiva” de un taxista.
“No hice nada mal”, dice el denunciante, lo que le hace pensar que el taxista se confundió de “enemigo”.
En el semáforo de la estatua de Juan Ramón Jiménez, el taxista bajó la ventanilla y le dijo “¡tonto, que eres muy tonto!”, según ha relatado a Viva Huelva el denunciante, que apesadumbrado creyó en un primer momento que sería un conocido. Pero no. De hecho, vio que el taxista llevaba a un cliente, “una persona mayor”, en los asientos traseros.
Sin darle mayor importancia, este onubense subió la cuesta de la avenida Manuel Siurot y escuchó que el taxista se volvió a dirigir a él en los siguientes términos: “Tonto, te meto una hostia y vas a perder los dientes”.
Viendo el “calentón” que llevaba el taxista, el motero prefirió no contestarle y cogió por la calle Marchena Colombo, donde el taxista dejó a su cliente.
Poco después, esperando a que se pusiera en verde el semáforo de la calle Fray Junípero Serra, frente al conocido bar ‘La Pinta’, escuchó el acelerón de un coche. Se giró y era el famoso taxista, que le propinó varios improperios más. Según relata en todo momento este onubense a Viva Huelva, prefirió quedarse en el semáforo esperando qué camino cogía el taxista para él ir por otro lado.
Y así fue. El taxista se dirigió hacía delante y el motero giró a la izquierda hacia la calle Magallanes. Y ahí se desataron los hechos que denuncia este onubense.
Las dos embestidas
Había poco tráfico y caía un sol de justicia en Huelva. El taxista hizo la ‘pirula’, cambió de sentido cuando tenía doble línea continua, adelantó a una ambulancia situada en el centro de salud Adoratrices, se incorporó a la calle Magallanes y sin pensarlo embistió por primera vez al motero, según comenta a este diario.
“Me eché para el lado. Vino a darme”, dice aún asustado. “No me dio”, pero el taxista decidió “dar marcha atrás para intentar impactarme, por lo que tuve que volverlo a esquivar. No sabía qué hacer”, comenta con un nudo en la garganta.
Entonces, el onubense se metió en los jardines situados entre las calles Magallanes y San Sebastián y decidió llamar al 091 mientras que “el taxista metió el morro del coche en la acera y me dijo que iba a ir a por mí”. Hasta que ya decidió bajar por Pablo Rada.
La Policía Nacional “no apareció” por el lugar de los hechos e instó al denunciante a esperar hasta tres horas para poder interponer la denuncia, confiesa el motero.
Tenía que seguir con sus obligaciones laborales y se marchó a la Jefatura de la Policía Local, donde registró su queja de los hechos acaecidos hacía minutos.
“Allí me dijeron que tenían constancia de más denuncias a un taxista que también la había liado más veces”, asegura este joven, que pudo aportar la numeración de la matrícula pero no las letras, aunque sí está “seguro” de que fue un taxi Toyota Auris.
