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Cádiz

La bisabuela "más joven" de Andalucía

María Reyes, de 60 años, vive en Cádiz, tiene cuatro hijos, nueve nietos y una bisnieta que vive en Holanda. Ha tenido una vida digna de contar por fascículos

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 Vive en la Casa Juan Page, en pleno Casco Histórico de Cádiz, lugar donde nació y ahora relata una vida intensa que podría contarse por fascículos. Se llama María Reyes y tiene más luz y brillo en sus ojos que el que entra por el patio de la finca. Su vida ha sido intensa y así la ha vivido esta mujer que se considera la “bisabuela más joven de toda Andalucía”. María tiene una vitalidad que no le anula las dolencias de menisco de su pierna izquierda.

“Empecé a parir muy joven, con 14 años. Tengo un hijo con 45”. Con estos dos datos ya se puede uno imaginar al ritmo que ha ido la vida de María, que fue engarzando hijos casi de año en año. Con parto prematuro y aborto incluido. Con 22 tenía cuatro hijos, con 39 ya era abuela, y ahora disfruta de su nueva condición.

Como madre no le falta un detalle, al igual que como abuela. En el momento de la visita se encontraba con ella uno de sus nietos, que había ido a verla, antes de ir a trabajar.

Pero María no solo ha sido madre y ama de casa. También ha trabajado en la calle, en hoteles de la ciudad y restaurantes. Incluso fue capaz de montar uno durante unos años que vivió en Chile.

“Cuando nació mi tercera hija todavía estaba Franco vivo. Con el franquismo, 18 años y tres hijos y sin nadie que me ayudara. Me hice responsable de las circunstancias que me rodearon. Lo pasé muy mal, pero cuando yo veía que a mis hijos no les faltaba nada, ya era feliz. Me hice vieja con 18 años. Ahora que están todos criados es cuando estoy respirando mi libertad”. Con esta mezcla de energía y   amargura describía su vida esta mujer, que tras la entrevista se iba para San Fernando a acompañar a su madre al médico.

“Los crié y los eduqué lo mejor que pude, dentro de mi economía. Nunca han pasado hambre, nunca han salido ni desnudos, ni descalzos. Me siento orgullosa de mí. A mí no me tiene que valorar nadie, me valoro yo porque para entender mi vida hay que ponerse en mi pellejo”.

Con diez años de diferencia entre el mayor de sus hijos y la más pequeña, también se tuvo que hacer cargo de una de sus nietas que “ya se ha independizado y se graduaba como higienista dental”.

María Reyes reconoce que, tal y como está la vida, es mejor no tener tanto hijo. “Antes uno se conformaba y no se tenía tanto lujo, pero se era más feliz. Hoy en día se quiere lo que no se puede tener. La felicidad se suele ir por un tubo y donde no hay dinero, al final el amor se va por la ventana”.

Recuerda que “antes había menos tecnología, se hablaba más con la familia. Las parejas no se aguantan hoy en día y no se habla ni con los hijos”.

Salud y trabajo para los suyos, es lo único que quiere esta mujer, que rezuma vida por sus cuatro costados. “Yo me conformo con muy poco, con lo básico, lo he hecho siempre. Que me dejen con mi casita, tirando para delante como puedo y nada más”.  Quiere tranquilidad. 

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