Shanghái es un talismán para el británico Lewis Hamilton (Mercedes), quien este fin de semana intentará aprovechar su supremacía en esta pista para plantarle cara al Ferrari de Sebastián Vettel y frenar su excelente arranque de temporada, con dos victorias en las dos primeras carreras.
Nadie ha ganado más veces que Hamilton en China, un total de seis ocasiones. La última el año pasado, cuando logró un 'Grand Slam' ('pole', vuelta rápida y victoria) y relegó al alemán a la segunda posición.
Pero esta temporada Vettel ha arrancado más fuerte que nadie y, tras las dos victorias en Australia y Baréin, tendrá el reto de defender su liderato y sus 17 puntos de ventaja sobre el segundo (Hamilton), en un circuito en el que solo ha ganado una vez, en el año 2009.
El pasado fin de semana, el piloto de 30 años obtuvo su cuadragésimo novena victoria en Fórmula Uno en su carrera número 200, por lo que en China, un país donde los números tienen una gran simbología, peleará por acumular medio centenar de victorias.
Vettel, al igual que Hamilton, cuádruple campeón mundial, ganó en Baréin en una excelente carrera donde pesó la decisión de su equipo de ir a una sola parada y su gestión perfecta y al límite de los neumáticos blandos durante las últimas diez vueltas.
Así logró aguantar la embestida final del finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), quien en su única parada cambió los neumáticos superblandos por los medios y no logró rebasarlo.
Hamilton (Mercedes), de 33 años, no tuvo un fin de semana pleno en Baréin pues fue sancionado con la pérdida de cinco puestos en parrilla por sustituir la caja de cambios de su monoplaza y salió en novena posición, aunque logró remontar hasta la tercera plaza.
Por su parte, el Ferrari de Kimi Raikkonen tuvo que abandonar tras salir antes de tiempo en el 'pit stop' y llevarse por delante al mecánico encargado de su rueda trasera izquierda.
Tras haber concluido en Australia en quinto lugar, el español Fernando Alonso (McLaren Renault) acabó séptimo en Baréin y confirmó que deja atrás los tiempos oscuros.
El doble campeón del mundo de Fórmula Uno, quien lleva casi cinco años esperando a ampliar a 33 su número de victorias, es cuarto en el mundial con 16 puntos, a solo uno de los que logró durante toda la pasada temporada (17).
Según ha declarado el piloto de 36 años, la curva 1 de Shanghái es "de las mejores del calendario y se trata de un gran circuito para un piloto". El asturiano ganó en China en 2005 y en 2013, cuando logró la penúltima de sus victorias.
El otro español en pista, Carlos Sainz, de 23 años, no puntuó en Baréin tras acabar en el puesto 11, mientras que en Melbourne había acabado décimo.
En Shanghái su reto será mejorar los resultados con su nueva escudería, Renault, con la que ya había disputado las últimas cuatro pruebas del año pasado, tras brillar el resto de la temporada (su tercera en la F1) con Toro Rosso.
Su compañero de equipo, el alemán Nico Hülkenberg, logró la sexta plaza en Australia, mientras que el mexicano Sergio Pérez (Force India) acabó duodécimo por una avería en su monoplaza.
En el Gran Premio de China se podrá ver también si el francés Pierre Galsy (Toro Rosso) se confirma como la gran promesa de la temporada, tras haber acabado cuarto en Baréin con el motor Honda que estrena este año su escudería y que tantas pesadillas causó durante los tres años anteriores a la de Alonso.
Gasly se clasificó justo delante del danés Kevin Magnussen (Haas) -quinto- e hizo que Toro Rosso ocupara un espacio normalmente reservado a Red Bull, cuyos dos pilotos no acabaron la carrera.
El coche del australiano Daniel Ricciardo se paró al quedarse sin energía en la primera vuelta, mientras que el holandés Max Verstappen reventó su neumático trasero izquierdo y también quedó fuera.
Este viernes arrancarán los entrenamientos libres para un Gran Premio en el que se rodará con neumáticos de compuestos medios, blandos y ultrablandos en un circuito de 5.451 metros donde se corre desde 2004 y al que el domingo está previsto dar 56 vueltas, para completar un recorrido de 305 kilómetros.
Una pista cara (costó alrededor de 450 millones de dólares), con 16 curvas y la recta más larga de la temporada (1,17 kilómetros) en la que la lluvia suele tener protagonismo.
Sin embargo, según las últimas previsiones, no se espera lluvia durante los próximos días en esta ciudad del este de China, aunque podría desatarse alguna tormenta el viernes.