En un comunicado emitido desde su sede en Oxford (sur inglés), la organización de promoción del desarrollo y lucha contra la hambruna afirma también que la elección de un nuevo presidente en los comicios afganos de este jueves “debe ir acompañada de grandes reformas en la gobernanza y la efectividad de la ayuda”.
“Hasta la fecha, la mayor parte del dinero dado por gobiernos extranjeros o no es eficaz ni coordinado o se desperdicia, y no llega a los afganos”, señala la nota, al subrayar que “los niveles de pobreza siguen siendo de los peores del mundo”.
Después de casi ocho años de ocupación occidental del país centro-asiático, Oxfam remarca que “muchas zonas afrontan una severa escasez de alimentos, con cerca de 7,3 millones de personas bajo el riesgo de hambruna”.
La organización considera que el conflicto empeora la situación, pues muchas áreas quedan fuera del alcance de los activistas de ayuda humanitaria.
A juicio de Oxfam, “la comunidad internacional ha prometido mucho al pueblo afgano, pero mucha ayuda y reconstrucción ha supuesto un fracaso en el cumplimiento de las promesas”.
“Los donantes –asegura la organización– han doblado los fondos prometidos pero han estado lentos en el reembolso de dinero de ayuda, una situación agravada por la ineficacia, la falta de responsabilidad y la corrupción”.
Además, el comunicado llama la atención sobre la diferencia entre el gasto en seguridad y el gasto en asistencia humanitaria, y pone como ejemplo que Estados Unidos emplea 100 millones de dólares al día en seguridad en Afganistán, mientras el presupuesto de todos los donantes no alcanza los 7 millones de dólares diarios.