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Equo rechaza el plan de extracción de gas natural en Barbate y Tarifa

La empresa Tarba Energía retoma el proyecto en las zonas de Tesorillo y Ruedalabola

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  • Pruebas en Tarifa. -

Equo Andalucía Verdes ha mostrado esta semana su rechazo a la posibilidad de reactivación del proyecto para extraer gas natural en los yacimientos de Tesorillo y Ruedalabola, en la costa de Cádiz. El partido verde, que ha vuelto a hacer un llamamiento hacia la necesaria transición energética, ha elevado el tema hasta el Congreso de los Diputados, donde su coportavoz federal y diputado en el grupo parlamentario de Unidos Podemos, Juantxo López de Uralde, ha registrado una pregunta al respecto.

En la inicitiva, según informa un comunicado de Equo, López de Uralde cuestiona al Ejecutivo acerca de si ha tenido conocimiento de la intención de reactivar el proyecto de Tarba Energía y pregunta al Gobierno si considera aceptables "los riesgos del proyecto, incluida la propia actividad de investigación, que requiere el empleo de la estimulación por fractura".

"Consideramos que como ya se hizo en su momento, cuando otras empresas intentaron lo mismo en la zona, el proyecto debe paralizarse, y de hecho preguntamos al Gobierno si tiene pensado hacerlo, así como si se plantea la suspensión de todos aquellos permisos de investigación y extracción que se sitúen sobre acuíferos, por el impacto añadido que suponen", ha explicado López de Uralde.

Por su parte, la coportavoz de Equo en Cádiz, Sara Algaba, ha querido dejar claro que "no es éste el modelo de desarrollo que queremos para la zona". En una comarca, según ha destacado, "deprimida y con altos niveles de paro", en "nada beneficiaría" un negocio extractivo que viene a "sacar la riqueza y a llevársela", mientras lo que nos deja en el territorio son los residuos y los impactos negativos".

"En nuestra tierra deberíamos ser punta de lanza en generación de energías renovables, con el desarrollo de proyectos solventes y duraderos en el tiempo que favorezcan nuevos nichos de empleo verde", ha abundado la coportavoz gaditana.

Además, ha alertado además de que proyectos gasísticos como el planteado "podrían dañar nuestra imagen y el valor ecológico de buena parte de nuestro territorio" poniendo de este modo en riesgo los sectores que sí funcionan como el turístico o el agrícola, especialmente destacado en la zona del Tesorillo. "Esta propuesta no supone para nada el modelo que queremos, porque tiene caducidad y no aporta nada a la zona. No es alternativa de trabajo", ha sentenciado.

La propuesta de Tarba Energía "va en dirección contraria a los acuerdos firmados por España" en la cumbre del clima de París, así como el paquete de invierno aprobado en Europa, cuyos objetivos son aumentar la producción energética con renovables, mejorar la eficiencia energética y disminuir las emisiones de CO2.

Cabe recordar que esta misma semana EQUO Andalucía, de la mano además del eurodiputado Florent Marcellesi, ha vuelto a mostrar su oposición a los proyectos en base a combustibles fósiles planteados en el territorio y que lo ponen en peligro, caso de la iniciativa de Gas Natural en Doñana.

Proyecto
La empresa Tarba Energía ha retomado la posibilidad de extraer gas de dos espacios agrícolas de la provincia de Cádiz, en los términos de Barbate y Tarifa, y ha iniciado las primeras pruebas para comprobar si, como estiman, estos yacimientos podrían abastecer a toda España durante un año de este recurso.

Técnicos ambientales y geólogos de la empresa inician estos días las primeras investigaciones para conocer el potencial gasístico de estos dos yacimientos, denominados "Tesorillo" y "Ruedalabola", retomando un proyecto que, por falta de medios, fracasó en los años 50.

Para ello han emprendido un escaneo de superficie conocido como magnetotelúrico, que permite detectar las acumulaciones de gas en el subsuelo hasta dos mil metros de profundidad.

El proceso consiste en enterrar cada quinientos o mil metros a solo 10 ó 15 centímetros de la superficie dos tubos de 90 centímetros de largo por 5 de diámetro que se dejan allí por periodos de 6 a 12 y hasta 48 horas.

"Estos dipolos están conectados a su vez a dos instrumentos de medición en los que quedan registradas las características geológicas del subsuelo", en un estudio que "no agrega ondas ni corriente o emisiones al terreno sino que solo mide el magnetismo y la resistividad eléctrica naturales de la tierra", señala la empresa en una nota de prensa difundida hoy.

El objetivo de estos estudios, cuyos resultados se podrían conocer el próximo otoño, es comprobar si existe en estos yacimientos gas suficiente como para que merezca la pena su explotación.

Para ello la empresa deberá contar con la declaración de impacto ambiental favorable del Ministerio para la Transición Ecológica y de los informes previos de las autoridades medio ambientales de la Junta de Andalucía, tras lo que, según fuentes de la empresa, la construcción de los pozos podría iniciarse el próximo verano.

En su nota de prensa la empresa asegura que no recurrirá "en ningún caso" a la técnica de "fracking", sino a una convencional de extracción de gas en areniscas, "el mismo que se viene utilizando desde los años sesenta en el Valle de Guadalquivir y otras zonas de España, sin riesgo ninguno para la población ni para la naturaleza".

El método previsto "está basado en la perforación de un sondeo vertical con sistema rotatorio hidráulico o mecánico, sin proceder a la fracturación de la roca en horizontal, como sí ocurre con el "fracking" que mediante una alta presión hidráulica ejercida por decenas de bombas rompe la roca que no tiene poros naturales, creando así una roca porosa de manera no natural o no convencional".

Tarba Energía explica que apuesta por el método convencional "debido a su inocuidad" y porque la naturaleza del subsuelo "permite que el gas fluya sin necesidad de estímulos, debido a su tendencia natural de subir a la superficie".

Además los residuos "son totalmente reciclables, y el uso del agua es mucho menor que con otras técnicas" y puede ser reciclada.

El proyecto retoma otro que se emprendió en los años 50, cuando, en una etapa en la que España sufría una gran escasez de combustibles, se perforaron varios pozos de exploración de petróleo en la provincia de Cádiz, en la zona comprendida entre El Almarchal y Cerro Gordo.

Las prospecciones las realizó en 1953 un consorcio de empresas estadounidenses y españolas, unidas al albur del acercamiento entre EEUU y España que hubo en aquella época.

Tres años después, con un equipo de perforación rudimentario se identificó una acumulación de gas con diferentes niveles productivos en areniscas del Terciario entre 700 y 2.200 metros de profundidad.

La complejidad geológica y la precariedad de medios técnicos de la época, hicieron que se abandonara el proyecto, tras varias pruebas fallidas.

Ahora Tarba Energía, una empresa española con que tiene a una firma inglesa y otra australiana entre sus principales accionistas, asegura que tiene la tecnología necesaria para desarrollar con éxito estas prospecciones, para lo que baraja, en el caso de que los estudios sean positivos, una cifra de inversión de entre cinco y diez millones de euros, según fuentes de la empresa.

Las dos zonas de prospección están localizadas entre las sierras de El Retín y La Plata.

Están "a bastantes kilómetros de los parques naturales del Estrecho, La Breña y Los Alcornocales" y "no hay posible colisión con espacios, fauna o flora protegida" ni "tampoco afecta a ninguna vía pecuaria ni hábitat de interés comunitario·, asevera la empresa.

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