CD Cabecense 1
Arcos CF 2
Cabecense: Pablo; Alvi, Javi Salas, Galán, Francis; Schuster, Alberto Durán; Kisko (Lolo, 73’), Burrita (Manu, 80’), Juanan; y Pepelu.
Arcos: Isi Jareño; Javi Rodríguez, BeNico Canavesio, Molina, Ocaña; Maqui, Rafita (Roberto Gambín, 75’); Sergio Jiménez (Giráldez, 62’), Caballero, José Antonio (Benítez, 90’); y Borja.
Goles:
0-1 m. 30: Sergio Jiménez
1-1 m. 45+1: Juanan
1-2 m. 70: Borja
Árbitro: José María Aranda Delgado (Málaga). Por el C.D. Cabecense amonestó a Pepelu, Javi Salas y Alberto Durán; y por el Arcos C.F. a Giráldez, Molina e Isi Jareño.
Incidencias: Vigésima tercera jornada de Tercera División. Estadio municipal Carlos Marchena. Unos 300 espectadores.
Los chicos de Pepe Bermúdez obtuvieron una valiosa y merecida victoria en el municipal ‘Carlos Marchena’ de Las Cabezas, consiguiendo alejarse cuatro puntos de la zona de descenso -que sigue marcando el Coria C.F.-, y logrando además el ‘goal-average’ particular con el Cabecense, una circunstancia nada desdeñable en caso de llegarse a final de liga empatado en la tabla con el conjunto rojinegro que, digámoslo ya, no se parece en nada al de recientes temporadas y al que el Arcos nunca había derrotado en tierras sevillanas, ni siquiera cuando lo entrenaban Ángel Oliva o Jose Herrera, artífices de las dos mejores campañas del equipo serrano en Tercera División.
Se esperaba una salida en tromba de los locales, pero hasta el minuto 14 no dio señales de vida el ataque del conjunto de Chesco -muy criticado desde la grada-, con un tiro desviado de Schuster. El Arcos se defendía bien con una zaga muy despierta, donde brillaban Molina en el corte, Nico en el marcaje y Javi Rodríguez de lateral, obligado a ejercer como tal por la ausencia del castigado Álvaro Ramírez. En la medular destacaba el buen criterio futbolístico de Rafita y la experiencia y saber estar de Maqui, siempre atento en tareas defensivas cubriendo los espacios a la espalda de sus compañeros. Arriba, tanto Sergio Jiménez como José Antonio se movían bien por sus bandas creando peligro, como el villamartinense en el minuto 26, cuyo centro lo remató Sergio parando Pablo en la única acción con olor a gol de los blancos hasta ese instante, pero que dio alas a los de Bermúdez para irse arriba con todo y abrir el marcador a la media hora en un remate a bocajarro del isleño Sergio Jiménez, con el joven meta Pablo fuera de sitio. El Arcos castigaba a un Cabecense sin ideas donde no brillaba ni siquiera su estrella Burrita, al que le birlan hasta los saques de falta, el arma más letal de siempre de los rojinegros. El ‘Burra’ no está en su mejor momento, lo que corroboró Chesco sacándole del campo en el min. 80. por Manu, que tampoco aportó nada. El empate antes del descanso fue producto de una acción individual de Pepelu que acabó con un tiro que Isi rechazó en corto, lo que aprovechó Juanan para marcar desde cerca ante una defensa arcense demasiado blanda.
A la vuelta, los mismos parámetros: un Cabecense que se estrellaba contra el muro visitante y un Arcos que montó una contra letal en el minuto 70 con un gran pase en profundidad de Caballero a Borja, que controló de forma sublime, y viendo adelantado a Pablo le mandó un regalito de Reyes de vaselina que el joven meta sevillano no pudo desviar. Borja tuvo otro mano a mano con Pablo en el 92, pero no logró superarle por bajo, pero el triunfo se fue a Arcos.
“No se nos puede pedir más” (Zona mixta, Pepe Bermúdez, entrenador del Arcos C.F.)
“Ha sido un partido muy disputado ante un equipo que pelea cada balón como si fuera el último y que compite bien, pero nosotros hemos estado a la altura, quitando la jugada del gol del empate del Cabecense al final de la primera parte, donde nos hemos dormido y regalado el gol. Después, el Arcos ha competido muy bien, nadie se ha escondido y todo el mundo ha ido a los duelos individuales sin miedo. Seguimos con la mala suerte de las lesiones y con gente muy cargada, como Sergio o Rafita, en un campo sintético al que no estamos acostumbrados. No se puede pedir más y me gustaría elogiar el trabajo de todos los que están aquí y las ganas con las que han salido al campo, y no solo de los que han jugado sino también de aquellos que se han quedado en la grada sin poder salir, sancionados o lesionados. Al final, creo que hemos obtenido una merecida recompensa, aunque ellos también han tenido una al palo y han apretado bastante hasta que el árbitro no ha pitado. Triangular y circular el balón hoy era muy complicado porque el balón botaba muy mal y no estábamos cómodos, por lo que había que evitar riesgos pese a que el juego aéreo no son el fuerte ni de Rafita ni de Caballero, muy cansados, y había que buscar nuestra arma, la velocidad”.
