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San Fernando

Piden a Costas que acabe con la peligrosidad en los entornos salineros

El mal estado de las salinas colindantes con el Caño del Carrascón y con el Caño de Sancti Petri ponen en peligro a los vecinos de la Almadraba.

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El Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento propondrá al Pleno de San Fernando instar a la Demarcación de Costas de Cádiz, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente a que ejecute con la máxima urgencia la recuperación de la vuelta afuera de las salinas colindantes con el Caño del Carrascón y con el Caño de Sancti Petri, que permita conservar las salinas afectadas y en especial que solucione la peligrosidad, actualmente existente, de inundación de las viviendas de la Almadraba.

Igualmente, instar a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía a que ponga en marcha medidas encaminadas a fomentar el uso responsable y sostenible de las salinas y esteros de San Fernando como espacios de explotación piscícola, salinero y turístico.

Los motivos que mueven esta moción son varios. Principalmente el referido a la seguridad. La sucesión de temporales entre febrero y marzo de 2018, derivados de la tormenta 'Emma', provocaron importantes daños en las salinas del entorno de San Fernando que vinieron a aumentar la peligrosidad de las ya muy deterioradas vueltas afuera de estas salinas, que son de dominio público y sirven de protección y comunicación a las mismas.

Especialmente preocupante es la situación de la vuelta de afuera situada al margen del caño de Sancti Petri, concretamente en la zona de Gallineras y la Almadraba entre las salinas de San Salvador y 'El Estanquillo', donde se produjo el derrumbamiento de varios tramos. Una situación que los vecinos denunciaron en varias ocasiones y que obligó al Ayuntamiento a ejecutar una actuación de emergencia para evitar la inundación de las viviendas de la zona afectadas por los últimos temporales mencionados.

Lo cierto es que la peligrosidad por el mal estado de conservación de la vuelta de afuera del entorno de Gallineras, que ocupa una extensión aproximada de tres kilómetros, requiere de una intervención urgente y prioritaria, pues la pérdida de éstas provoca la vulnerabilidad ante el régimen de mareas y deja en riesgo inminente de inundación a las viviendas del barrio más cercanas a las salinas.

La Demarcación de Costas Andalucía-Atlántico ha abordado en el pasado la recuperación de algunas marismas como las de 'La Algaida' en Sanlúcar de Barrameda o las del 'Río Barbate'. Y en 2007 se recuperaron las salinas 'La Esperanza Grande' y 'La Esperanza Chica', en las que se acometieron una serie de actuaciones destinadas a su conservación y mantenimiento.

Ya en 2009 se ejecutaron obras de recuperación y adecuación de vueltas de afuera de cuatro salinas: 'Carmen de San Miguel', 'La Atravesada', 'Divina Pastora' y 'San Fernando', todas ellas en el término municipal de Puerto Real. Con dicha actuación se pretendió recuperar un espacio singular como son estas salinas, restableciendo el control del ciclo hídrico en el interior de ellas mediante la reparación de las roturas en las vueltas de afuera y la instalación de compuertas. Además, se adecuaron la plataforma de las vueltas de afuera y los caminos de acceso a éstas para su uso transitable.

Desde entonces, el Ministerio de Medio Ambiente y la Demarcación de Costas no han ejecutado ninguna actuación para la rehabilitación de las salinas o por lo menos de las vuelta afuera de las mismas de las que son titulares indiscutibles por su carácter de dominio público. Hay que recordar que en 2009, Costas se comprometió a realizar la rehabilitación del molino de mareas de San José. Sin ir más lejos, el proyecto redactado en 2008 incluía la recuperación de las vueltas de afuera de la salina de San Miguel. Y lo cierto es que nada se ha hecho al respecto y que San Fernando sigue esperando que se actué en las vueltas afuera de sus salinas. Una espera que no puede seguir dilatándose en el tiempo, porque se trata del bienestar y de la seguridad de los vecinos del entorno de Gallineras. Para nosotros esa es una prioridad y confiamos en que también pase a serlo para las Administraciones competentes.

Por otro lado, y más allá de las vueltas afuera, a nadie se le escapa una triste realidad: el futuro de nuestras salinas es incierto. La preservación de estas estructuras parece estar asegurada por su pertenencia al Parque Natural de la Bahía de Cádiz y por ubicarse dentro del dominio público marítimo terrestre, pero lo cierto es que la falta de recursos para mantener activa la circulación hídrica original de las salinas en el entorno del Parque Natural juega en contra de su pervivencia. Al igual que juega en contra de la del resto del patrimonio cultural que se asocia a las mismas, como las casas salineras, los molinos de marea o los embarcaderos, todos ellos en un lamentable estado de conservación y de progresivo deterioro.

Actualmente, el espacio natural que rodea San Fernando se encuentra en un momento crítico. La mayoría de las salinas se encuentran abandonadas o se han visto trasformadas en explotaciones piscícolas extensivas. La escasa viabilidad económica que desde hace décadas tiene la producción de sal ha provocado el declive de esta actividad hasta casi su total desaparición. De hecho, de las 143 salinas censadas en 1995 apenas se mantiene una decena en explotación, siendo la mayoría de uso mixto salinero y piscícola y contando con una producción que no todos los años encuentra salida comercial.

En este sentido también es necesario que las Administraciones con competencias en estos espacios articulen herramientas para fomentar la explotación sostenible y razonable de los esteros como generadores de uno de los productos que más y mejor definen nuestra gastronomía: el pescado de estero. Un producto que nos hace únicos y cuya adecuada producción debe ser sinónimo de empleo, oportunidades, turismo y hostelería.

El proyecto europeo Ecosal Atlantis, desarrollado entre 2009 y 2013 planteaba una  nueva perspectiva al analizar en profundidad los valores de este entorno, naturales y culturales, escasamente reconocidos y explotados como recurso turístico. Su revalorización, la recuperación productiva de algunas de estas antiguas salinas, el impulso de una denominación de origen artesanal y la búsqueda de nuevos productos derivados de la sal podrían aportar esperanza de futuro para la preservación de un paisaje nacido de la interacción entre la actividad humana y el medio natural para la obtención de recursos a través de una tecnología que apenas ha evolucionado a lo largo de los siglos.

"No podemos dejar que nuestras salinas y esteros se vayan apagando poco a poco. No podemos consentir que nos nieguen las oportunidades de futuro que La Isla se merece como tierra de espacios naturales únicos, cargados de posibilidades y que deberían invitar a emprender aprovechando los recursos que nos definen", dicen los andalucistas.

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