Hubo una época en la que la Gran Vía de Madrid no era la Gran Vía. El 24 de abril de 1939, tres semanas después del final de la Guerra Civil Española, la principal arteria de Madrid se llamaba Avenida de José Antonio, en alusión a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. Sin embargo, nadie la recuerda con este nombre, ni como Avenida de CNT, México y Unión Soviética, como también se la conoció.
Algo parecido ocurre con el Pasaje Begoña de Torremolinos, que desde 1981, diez años después de la gran redada que supuso su declive, fue despojado de su nombre y llamado pasaje Gil Vicente.
Mañana, lunes 4 de febrero, la Comisión de Callejero votará en el Ayuntamiento el cambio de denominación de este vial, muy cercano a calle San Miguel. De ser favorable, que todo parece indicar que sí porque cuenta con el apoyo de PSOE y PP, la última palabra la tendría el pleno municipal.
Acuerdo con la ACET
El pasado viernes, la asociación que lleva el mismo nombre, firmó un acuerdo de colaboración con la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Torremolinos (ACET), que recoge el compromiso mutuo de realizar acciones conjuntas para dinamizar las empresas del Pasaje Begoña y devolver a esta zona el esplendor que tuvo en su momento. Además, busca incorporar a los comercios y comerciantes en las actividades que se organicen para el Pride 2019 y, así, “ampliar la perspectiva del Pride e incluir a toda la sociedad”, explica el presidente de la Asociación Pasaje Begoña, Jorge Pérez.
Más avances
Desde que la asociación naciera a principios del pasado 2018, ha conseguido importantes logros para que este lugar sea reconocido Lugar de Memoria Histórica de Andalucía.
Así, en la actualidad cuenta con dos negocios dirigidos al colectivo LGTBI: la inmobiliaria Pía Beck y una agencia de viajes que llevará por nombre La Sirena, en honor a un bar con el mismo nombre que también se vio afectado por la gran redada del 24 de junio de 1971, en la que fueron detenidas más de 300 personas por su orientación sexual.
Asimismo, a mediados del pasado mes de enero fueron recibidos por la Secretaria de Estado de Turiso, Isabel María Oliver, para presentar el proyecro y el impacto de las actividades que esta asociación está desarrollando a nivel social y turístico.
También en la capital tuvieron la oportunidad de asistir a Fitur, donde participaron en la reunión de la Asociación Europea de Organizaciones del Orgullo (EPOA), donde se puso de manifiesto la necesidad de reforzar el papel activo de las asociaciones que trabajan por los derechos del colectivo LGTBI durante la celebración del Orgullo.
Próximos pasos
El proyecto del relato histórico del Pasaje Begoña, que están llevando a cabo cuatro profesores de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, está en su recta final y se presentará a mediados de marzo. “Queremos que participen en el Pride de Torremolinos y que cuenten, paso a paso, cómo lo han hecho”, detalla Pérez.
A esto hay que unirle el lanzamiento de la novela histórica sobre este enclave, escrita por Ángel Domínguez, así como una exposición fotográfica de Chema Rodríguez (Xe Marz).
Sin embargo, el paso que pondrá el colofón a esta aventura, será el debate en el Congreso de los Diputados de la Proposición No de Ley (PNL), presentada por el PSOE, para que el Pasaje Begoña sea reconocido como Lugar de Memoria Histórica y cuna de los derechos de las personas LGTBI. Varios testigos de esa noche ya han manifestado su deseo de viajar a Madrid para acudir a esta gran cita histórica.
Lavado de cara
Cabe destacar que la Comunidad de Propietarios del Edificio Begoña terminó la semana pasada las labores de pintura y limpieza de esta zona, con el objetivo de hacerla más llamativa a posibles inversores. Sin embargo, desde la asociación piden al Ayuntamiento que adecenten la solería, la iluminación y que se coloque un distintivo a la entrada de la vía que haga honor a historia.