Caleidoscopio de emociones

Estamos en Cuaresma desde el pasado miércoles y Pedro Sánchez, presidente de todos, todos, los españoles aún no ha felicitado a los católicos por entrar en unas fechas que terminan recordando que Jesucristo resucitó. Alguien me decía que no hace falta, pero, hombre, si hay felicitaciones especiales para determinadas fiestas de determinadas creencias religiosas sería de recibo que se acordase de los que profesamos esta Fe en España que, según las estadísticas, somos el 70 por ciento de la población. Otra cosa es que haya más o menos practicantes, pero la fe, las creencias, la religión es compartida por las tres cuartas partes de la población española. En fin, menos mal que ese mal ejemplo no es seguido por corporaciones municipales, como la nuestra, que tienen el mismo color político pero que saben estar a las alturas de las circunstancias con el pueblo católico en general y con el cofrade, en particular. A cada cual lo que le  corresponde. Corresponde dar una aplauso al sábado de carnaval, con retraso en las fechas previstas que, como se sabe, deben ser antes de Cuaresma aunque como estas fiestas Cádiz lo focaliza todo, al menos en el entorno, pues hay que hacer de tripas de corazón. La plaza Belén se llenó, que ya es difícil, y la gente se lo pasó  a lo grande que es de lo que se trataba. El viernes, sin embargo, el pregón estuvo tremendamente lucido por parte del Peñita, genial, pero escasamente arropado por el personal. Son cosas a tener en cuenta, como el tema de la cabalgata. Para dos carrozas no hace falta cabalgata. Parece que el tema de las actuaciones es el plato fuerte, pues a hacer un sábado de carnaval a lo grande. De las experiencias se aprenden. Por cierto que el viernes carnavalesco, entrecomillénlo porque, reitero, no son las fechas, estuvo precedido por la manifestación en favor de la igualdad de la mujer. Sería bueno que esas voces no calleran en el desierto y también que no haya diferencias entre mujeres de un sentir político o de otro. Si hay problemas, los problemas lo son de todas y cada, sean de izquierdas, de derechas o incluso separatistas. La unión total y absoluta cuando de luchar por unos derechos se trata. Amén.