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El Gallinero

“La gente espera un pelotazo de todo, pero pelotazos salen muy pocos”

Hablamos con el autor sevillano Antonio Álvarez 'Bizcocho', que este año presentará en el Falla la chirigota 'Los couchers lowcost'

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  • Antonio Álvarez 'Bizcocho', con su chirigota. -

Antonio Álvarez Cordero El Bizcocho, es un joven, pero consagrado autor de Carnaval. Sus agrupaciones de los últimos años destacan por el uso del humor negro. Aunque para muchos sea una novedad por su gran obra de 2018 (No te quemes todavía), lleva 16 años consecutivos en el concurso. El año pasado con Los jarabe de palo logró llegar a semifinales.

¿Qué conclusión sacas de Los jarabe de palo y del pase de semifinales?
–Fue una chirigota que, pese a la seriedad, nos divirtió mucho y sólo me arrepiento de no haber sido más incisivo. Pero bueno, había que buscar un equilibrio y ahí quedó. El pase de semifinales mantenía el nivel de cuartos, pero con mucha inseguridad al ser todas letras muy nuevas. El caso es que quien se equivocó y mascó letra fui yo y en una parte que no se había cambiado. Teníamos claras nuestras expectativas y muy contentos con el resultado en el Falla y en la calle. Lleva varios años tirando de humor negro para sus repertorios, este año ‘El Canijo’ también lo usó

¿Qué piensa de este estilo de chirigotas y de la gente que se ofende por ellas?
–Al que no le guste no tiene por qué escucharlo. Está asumido, no todo el mundo tiene el mismo sentido del humor, pero todos somos libres y el carnaval si algo te permite es cambiar cada año de enfoque o idea. Cualquier idea con un trabajo y cierto gusto es válida y yo decido si la compro o no. Pero bueno, que al que no le guste el humor negro que se muera... jaja ¿te imaginas?

El año de Manué me contaba que había componentes que nunca habían salido en el Falla. La base se mantiene ¿Cómo gestiona el grupo? porque tendrá ofertas tentadoras ¿no?
–No suelen llegarme muchas ofertas y me alegro porque lo paso mal al decir que no. Igual es muy evidente lo a gusto que estoy con mi grupo o que no gusta lo que hago ¡o ambas! Para mí es un lujo salir con mis compadres porque se pasan más horas de trabajo y viajes que en el escenario, no importa que estén más verdes y, para colmo, vamos aprendiendo poco a poco. Hoy por hoy no cambio.

¿Qué tal los ensayos? ¿has podido compaginarlos con tu nuevo negocio (Bar Platea)?
–Entre la reforma del negocio, la apertura y problemas familiares ha sido más duro de lo habitual, pero lejos de cansarme el carnaval es lo que me ayuda a desconectar y aunque no le he dedicado el tiempo de otros años la misión era salir, mejor o peor, y disfrutar de lo que más me gusta. El grupo ha sido fundamental para tirar de mí en algunos momentos.

Ya sin peaje ¿ha pensando escribir o formar parte de alguna chirigota de Cádiz?
–El peaje y la distancia es lo de menos. Como autor necesito confianza y tiempos que sería complicado encajar con un grupo de Cádiz o con cualquier otro que no fuese el mío y con mi director. Si me planteara salir con un grupo gaditano sería con mis amigos más queridos de Cádiz o gente de confianza, nunca por proyectos llenos de ambición, cachondeo mejor.

Al principio se anunció el nombre de Los subiditos, pero se inscribió como Los couchers lowcost, ¿por qué el cambio?
–Cambié el tipo cuando me puse con el popurrí y vi que la historia que tenía en la cabeza era una porquería. Decidí buscar algo más actual y con más salidas. Aun así, este año ha sido la primera vez que no tenía idea de qué ir.

¿Qué puede adelantarnos?
–Como siempre, hemos intentado dar otro giro y otro aire a la chirigota. Tras temas más oscuros y controvertidos, hemos abierto la ventana para que entrara el fresco.

¿Cómo ve la modalidad?
–Muy bien y aún queda por salir mucho y bueno seguro, apostando fuerte por el humor. Hay una exigencia máxima, la gente espera un pelotazo de todo cuando pelotazos salen muy pocos. 

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