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Málaga

Los chicos de Down Málaga se hacen un hueco en la hostelería

‘En bandeja’, un proyecto en el que un equipo de nueve alumnos se forman para trabajar en un catering o de cafetería

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Los chicos de ‘En bandeja’ de Down Málaga trabajando en el servicio de cafetería.

Los chicos de ‘En bandeja’ de Down Málaga trabajando en el servicio de cafetería.

Los chicos de ‘En bandeja’ de Down Málaga trabajando en el servicio de cafetería.

Los chicos de ‘En bandeja’ de Down Málaga trabajando en el servicio de cafetería.

  • Dan clases prácticas todas las semanas y forman parte de todo proceso
  • Se conviertan en profesionales independientes y de un servicio de calidad
  • Una gran evolución: aumenta su nivel motivacional y de autoestima

‘En bandeja’ te lo ponen los chicos de Down Málaga. Un equipo de nueve chicos y chicas guiados por dos profesionales, además del apoyo extra de alumnos en prácticas de la universidad, te organizan un catering de chuparse los dedos. Lo mejor, el personal.

cuando los clientes ven el trabajo se sorprenden para bien y nos han dicho que somos profesionales

El servicio ‘En bandeja’ de la asociación Down Málaga comenzó hace ya más de un año, pero fue hace pocos meses cuando el proyecto se ha ido profesionalizando. Está formado por dos áreas, la primera consiste en un catering para empresas, mientras que la segunda es una cafetería donde los jóvenes practican el oficio.

Respecto al catering, Mabel Jiménez, responsable del servicio, ha indicado que ofrecen “desayunos o meriendas a empresas”, añadiendo que ya “hemos hecho algún contacto de colaboración”, poniendo de ejemplo al Colegio Oficial de Graduados Sociales con quienes realizan un servicio mensual.

Este área se puso en marcha en octubre de 2019 y tuvo una gran acogida: “Noviembre y diciembre fueron meses buenísimos, pero ahora la cosa se ha frenado un poquito”, ha lamentado Jiménez, por lo que han comenzado a promocionarse para llegar a un objetivo de tres o cuatro catering mensuales.

Así, ha explicado que el máximo de cuatro catering se debe a que los alumnos del proyecto “hacen todo el proceso”. “Para un catering de 60 personas tardamos toda una mañana en preparar y organizar lo que nos tenemos que llevar”, ha dicho, agregando que a lo hora de ir al lugar en el que les han contratado “llegamos unas dos horas antes, porque queremos que ellos lo monten todo. Nosotros solo apoyamos, adaptamos y proporcionamos los recursos”.

Asimismo, la responsable del proyecto ha indicado que la preparación para el servicio la llevan a cabo “la semana anterior: compramos, contamos todos los dulces, los colocamos en su lugar correspondiente, realizado toda la preproducción para que el día de catering esté todo perfecto”.

Un trabajo con el que están comprometidos. Jiménez ha resaltado que las empresas “nos contratan por la parte social”, pero es tal el empeño y calidad que ofrecen los chicos de ‘En bandeja’ que “cuando los clientes ven el trabajo se sorprenden para bien y nos han dicho que somos profesionales y que todo está muy bien montado”.

Además, tras cada servicio los alumnos reciben un pequeño sueldo por el empleo realizado, algo que les hacen sentir que “su trabajo está valorado, aparte de la gratificación personal”, ha celebrado.

El dinero obtenido por los catering sirve para autogestionar este proyecto, además de otros de la asociación si se obtienen beneficios. “Si no tuviéramos esa autogestión, quizás, sería difícil mantener desayunos y catering”, ha asegurado.

Cafetería y formación

La otra área del proyecto es la cafetería que se encuentra en la sede de la asociación, donde te puedes tomar un pitufo mixto con café o zumo de naranja natural, aunque si no eres tan malagueño también tienes otras opciones. Este es un espacio donde los nueve jóvenes ponen en práctica lo aprendido.

“Es como el montaje de una cafetería, hacemos las mismas funciones y trabajamos los perfiles relacionados con la hostelería: camarero de sala, camarero de barra, pinche de cocina, cajero y recogen las mesas y friega los platos”, ah detallado la monitora.

Del mismo modo, ha hecho hincapié en que la cafetería es un servicio interno de formación: “Atendemos 20 o 16 clientes por turno y hacemos dos turnos”. “Es más un espacio de prácticas, ojalá llegue un momento en el que esto lo pudiéramos abrir de cara al público, pero eso con el tiempo”, ha matizado.

Los jueves, la formación es “pura y dura”, es cuando se sirven los desayunos, mientras que durante los catering es cuando demuestran lo aprendido. “Hay un sistema de preparación previo, donde ellos han tenido que saber cómo preparar todas las bebidas, comidas, cómo se toman las comandas, etcétera”, ha afirmado.

Además, todo está adaptado, por ejemplo, las comandas se hacen con pictogramas, porque hay chicos con ciertas dificultades a nivel lectoescritor, por lo que “es importante que busquemos los recursos para que ellos puedan desarrollar de la forma más independiente posible todas las tareas”, ha incidido Jiménez. Asimismo, los miércoles es cuando preparan la cafetería para el día siguiente.

Un esfuerzo que está dando sus frutos con “una gran evolución, cada uno dentro sus particularidades”, ha dicho Jiménez, destacando la mayor evolución la han vivido a “nivel motivacional y de autoestima. Siente que esto es un trabajo y se lo toman como un reto”.

Al fin y al cabo, el objetivo es que “se formen profesionalmente y en un espacio con más apoyo y un poco más protegidos, porque son chicos que tiene ciertas dificultades”.

Tras su aprendizaje “habrá chicos que puedan dar el salto a empresas ordinarios”, ha indicado, subrayando que “la inclusión en empresa ordinaria es genial, pero no es la única salida. Hay chicos que un ambiente con unos apoyos adecuados pueden desarrollar un trabajo, porque a lo mejor la empresa ordinaria tiene unas exigencias a las que no llegan”.

Aunque si hay algo que está claro es que los chicos de Down Málaga, ha concluido, “pueden hacer otra cosa igual de bien, porque tienen capacidades para ello”.

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