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sociedad

Se marcha de su casa en Lugo porque su pareja no quería bajar música

No quería ni discutir con él ni tampoco "pasar vergüenza con el resto de los vecinos"

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  • Policía Local. -

Una mujer decidió marcharse de su propia casa de madrugada, en presencia de la Policía Local de Lugo, porque su pareja, que había bebido, se negaba a bajar el volumen de la música y no quería ni discutir con él ni tampoco "pasar vergüenza con el resto de los vecinos".

Según ha informado la Policía Local, sucedió el pasado sábado -18 de abril- sobre las 3:30 horas, cuando una patrulla se desplazó a una vivienda de la Rúa Santiago porque los demás residentes en el mismo inmueble se quejaban de que uno de los vecinos tenía la música demasiado alta desde primera hora de la tarde y no les dejaba dormir.

Tras comprobar la veracidad de la denuncia, los agentes hablaron con la inquilina de la vivienda, quien les confesó que su pareja "estaba bebiendo" y aunque ya le había dicho varias veces que le "bajase volumen a la música, no le hacía caso".

Por ello, para "evitar una discusión, se había ido a la cama".

Los agentes hablaron con la pareja de la inquilina para que apagase el equipo de música, por las molestias que les estaba ocasionando a los demás vecinos, algo a lo que él accedió.

Sin embargo, antes de que los agentes abandonasen el edificio, vieron como la inquilina se marchaba de su propia casa con varias bolsas de ropa en la mano, "llorando" y "con una actitud nerviosa".

Al preguntarle qué sucedía, les dijo a los agentes que se iba a dormir a otro lugar, porque su pareja insistía en volver a poner la música y no quería ni discutir con él ni tampoco pasar más vergüenza con sus vecinos.

Por ello, los agentes regresaron a la vivienda y le indicaron a su pareja que o cesaba con esa actitud o sería él el que tendría que marcharse del piso, porque la mujer era la inquilina del mismo.

Al final, decidió marcharse de casa y los agentes le entregaron un volante para que pudiese hacer noche en el Fogar do Transeúnte.

De nuevo en su casa, los agentes mantuvieron una conversación a solas con la mujer, a la que le preguntaron si había sido víctima de malos tratos, algo que ella negó "rotundamente".

En todo caso, los agentes de la Policía Local pusieron los hechos en manos de la autoridad judicial. 

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