Entre los candidatos a mejor entrenador del mundo de fútbol sala, que cada año elige FutsalPlanet, tenemos a uno de nuestros paisanos. El jerezano, nacido en La Barca de la Florida, César Núñez, ha sido nominado junto a otros nueve técnicos de primer nivel para optar a este fantástico galardón a nivel global.
César entrena actualmente en Tailandia al Bluewave Chonburi, con el que se ha proclamado campeón de la liga local además de conseguir algunos títulos más. Asimismo, el propio club asiático está nominado a mejor equipo del mundo.
Para nuestro paisano, el anuncio que recibió a través de un amigo le dio “mucha alegría por la gente que ha pasado por mi vida en estos 25 años. Somos las personas que las personas que pasan por nuestra vida nos hacen ser. Muchos nos vieron empezar con grupito niños los fines de semana. La verdad que llegar hasta aquí ha sido un proceso largo. He recibido muchos mensajes de nuestra tierra y de gente cercana. Me da alegría por los que me han visto en los buenos y malos momentos. Siempre es bienvenida esta nominación”.
La nominación “no era esperada, sinceramente. Aunque tengo una trayectoria amplia, en España es corta. En nuestro país he tenido proyectos difíciles y la realidad es que no tengo la trayectoria de otros entrenadores de España”, comenta Núñez.
Eso sí, a pesar de no ser un anuncio esperado “creo que el reconocimiento es acertado. No por mí, sino por muchos entrenadores que no tienen oportunidad de entrenar grandes equipos. Desde la revista se le da importancia a entrenadores que no llevan grandes escudos, que es lo fácil, a los que se les reconoce el trabajo muy fácilmente. Me da mucha alegría precisamente por esos otros entrenadores”.
César comenta que no cree que le den el galardón y estos días, hasta que se anuncia el ganador al final del mes de enero, “no me cambian nada mi vida. Me siento feliz por estar ahí. Está claro que los objetivos son ambiciosos pero compartir nominación con estos grandes entrenadores es suficiente. La verdad es que no voy a estar pendiente de quien gana más allá de saberlo para felicitar al ganador. Me gusta seguir una vida humilde”.
Este barqueño se enamoró del fútbol sala “desde el principio. Jugando al fútbol era muy malo, igual que jugando al fútbol sala, pero tuve inquietud por analizar el juego y quería aprender más. Empecé como todo el mundo, haciendo mis pinitos con niños en La Barca. Luego tuve la fortuna de recibir la invitación de Paco Aguilar para dirigir al segundo equipo del Caja San Fernando además de ser segundo entrenador de la primera plantilla que entonces comandaba Ricardo Villaça. Luego ya fui recalando en otros muchos equipos”.
Tras pasar por diversos clubes del panorama nacional, comienzan a llegar ofertas de fuera de nuestras fronteras. César destaca que “tuve experiencias en Qatar, Japón o Francia antes de llegar a Tailandia. Estaba en Qatar en un club muy grande de Asia con economía muy buena y en el que pagaban muy bien. Llevaba seis años y necesitaba otras metas para despertar mi ambición después de conseguir todo allí. Mi actual equipo estaba en mala situación y era un reto para mí. Nunca me han ofrecido un equipo que esté bien, me forecen equipos con problemas. Decidí venir y afortunadamente me ha ido todo muy bien”.
De aquel país, el entrenador comenta que “en mi vida estoy acostumbrado a diferentes culturas. La de Tailandia es una cultura muy complicada. Hay que tener una capacidad de adaptación bastante grande. Es un país bueno para vivir con cosas buenas y malas como nosotros. A nivel deportivo gusta mucho el fútbol sala. No tienen experiencia como nosotros en España. En mi día a día intento aportar mi experiencia adaptándome a cultura y al idioma poco a poco. Al final empiezas manejándote en ingés y te vas adaptando”.
“Aquí el deporte rey es el Muay Thai, que es original de esta tierra. Pero el fútbol es un deporte de masas, como en casi todo el mundo. En cuanto al fútbol sala también hay muchísima gente. Mueve muchos más aficionados que España”, indica el técnico.
Un técnico que echa de menos España “sobre todo a la hora de comer. Nuestra tierra es nuestra tierra. Al final uno tiene que estar donde hay trabajo. En España no tuve muchas oportunidades y me tuve que ir. Tenemos que dar gracias por el trabajo. Yo tengo una casa en Chiclana al lado de la playa y se echa de menos. Pero al final no lo llevo mal, son muchos años ya fuera de casa”.
Para terminar, César destaca el buen hacer de la población tailandesa con el Covid: “Aquí se ha respetado todo mucho más”.
