El siglo XXI, sin duda, ha sido y es una época marcada por el avance tecnológico. En la actualidad, la mayoría de hogares españoles se caracterizan por la presencia de uno o varios dispositivos electrónicos. Dispositivos que, en un par de clics, facilitan el acceso a internet, redes sociales, videojuegos y un sinfín de información.
Si comparamos esta generación con generaciones anteriores, podremos ser partícipes de los cambios significativos que se han producido en apenas una década. Atrás quedaron las largas tardes en el parque comiendo pipas junto a tus amigos y hablando de cómo había ido el día. Ahora todo se realiza a través de una pantalla. Es más, como dirían los más jóvenes: << no eres nadie sin un móvil >>
Sin embargo, pese a encontrarnos en una vorágine tecnológica, ¿somos conscientes y sabemos realmente los peligros que entraña la sobreexposición a estos dispositivos?
Los dispositivos electrónicos son un arma de doble filo y como tal debemos ser cautos a la hora de gestionar su uso, sobretodo en lo que refiere a los más pequeños de la casa ya que como el lector sabrá los primeros años de vida se caracterizan, entre otras cuestiones, por un cambio constante a nivel cerebral. Cambios que, sin lugar a duda, permitirán un desarrollo cognitivo óptimo de estos menores.
La sobreexposición a las pantallas puede incidir en el desarrollo cognitivo de los más pequeños, provocando la aparición de dificultades atencionales e, incluso en lo casos más extremos, conductas adictivas relacionadas con el acceso a estos dispositivos.
Por ello, es importante apostar por juegos y actividades tradicionales. Tareas que, sin duda, permitirán a los más pequeños desplegar todo su potencial y, con ello, lograr un desarrollo cognitivo adecuado.
¿Qué actividades podemos realizar en casa?
Para lograr el objetivo anteriormente citado no debemos ser grandes expertos solo necesitaremos una pizca de creatividad para que, junto a los más pequeños de la casa, realicemos diferentes manualidades y experimentos que permitan potenciar su desarrollo cognitivo.
A través de este tipo de actividades podremos fomentar diferentes funciones cognitivas, al mismo tiempo que desplegamos el lado más creativo de niños y niñas. Además, la realización de las mismas también nos permitirá establecer lazos de comunicación entre padres e hijos, fortaleciendo el vínculo de unión entre ambas figuras. De esta forma, evitaremos las situaciones de aislamiento que suelen propiciar el uso de dispositivos electrónicos como, por ejemplo, los móviles.
Además de todo lo comentado, llevar a cabo este tipo de actividades también puede ayudar a fortalecer el sentido de responsabilidad de los niños y niñas ya que podemos dejar que sean ellos mismos los que seleccionen la actividad, que decidan cómo llevarla a cabo, etc.
Algunos consejos para desarrollar este tipo de actividad
- Edad: adapta la actividad a la edad del niño
- Gustos: pregunta en cada momento qué quiere hacer y de qué forma. ¡Hazle partícipe! ¡Hazle responsable!
- Diversión: buscad una actividad divertida que disfrutéis realizándola conjuntamente
Como ves, son múltiples las ventajas de este tipo de actividades. ¡Apostemos por lo tradicional! ¡Recuperemos las buenas costumbres que nunca debieron perderse!
