El comité de empresa de la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico en Sevilla ha alertado de que los 'tholos' de La Pastora y de Matarrubilla, enclavados en Valencina de la Concepción y legado del asentamiento humano que con mayor o menor periodicidad habitaba la zona durante la Edad del Cobre, carecen de personal de vigilancia "desde el pasado 1 de julio" por el déficit de recursos humanos de dicho departamento, toda vez que la Consejería niega tal extremo y esgrime que tales monumentos megalíticos siguen cerrados por prevención frente al coronavirus Covid-19.
La situación de este enclave ya fue objeto de un debate en la comisión de Cultura del Parlamento de Andalucía en octubre de 2020, hace ahora casi un año, toda vez que los 'tholos' de La Pastora y de Matarrubilla, junto al dolmen de Montelirio, ubicado en Castilleja de Guzmán, constituyen el máximo exponente del legado de la población humana asentada durante la Edad del Cobre en ese sector de la actual comarca del Aljarafe.
En ese sentido, un estudio publicado en la revista científica Journal of World Prehistory y recogido por Europa Press exponía que con una extensión calculada de unas 450 hectáreas, el asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán sería "de lejos el mayor asentamiento de la Edad del Cobre" en toda la Península Ibérica y "posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la Prehistoria tardía".
Durante aquel debate parlamentario, el diputado socialista Javier Fernández y la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo (PP), abordaban diferentes aspectos respecto al devenir de los monumentos megalíticos de Valencina, para los cuales los colectivos conservacionistas llevan años y años reclamando más inversiones y más actuaciones en materia de proyección y divulgación.
La consejera defendía no obstante que su departamento tenía entonces en carga actuaciones por importe de "casi 40.000 euros" para mejorar el enclave de los dólmenes de Valencina, con aspectos como señalética identificativa o un producto digital que permita visitas virtuales.
LAS CAUSAS DEL CIERRE
En cuanto al prolongado cierre de los 'tholos', la consejera alegaba "motivos estrictamente sanitarios" dadas las angostas dimensiones del corredor del dolmen de La Pastora, de 44,36 metros de longitud, y las recomendaciones preventivas respecto a la pandemia y los espacios cerrados y de reducidas dimensiones. El enclave, según exponía, continuaría "cerrado de momento", al no ser posible la "renovación del aire" en su interior.
Pues bien, en ese contexto, el secretario del comité de empresa de la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura, Mario Molina (Ustea), ha manifestado a Europa Press que además de permanecer cerrados desde el comienzo de la pandemia, los 'tholos' de La Pastora y de Matarrubilla carecen de personal propio de vigilancia "desde el 1 de julio".
Según ha desgranado, el enclave contaba con dos trabajadores encargados de la vigilancia y la atención a las visitas, adscritos a la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura, uno de ellos él mismo. Empero, su compañero se acogió a una jubilación parcial mediante la cual sus servicios efectivos se redujeron a algo menos de seis meses al año a jornada completa, extremo que fue contrarrestado con la incorporación de un tercer empleado a media jornada pero todo el año.
BAJA "SIN CUBRIR"
Entonces, allá por 2019, él solicitó su liberación sindical al acceder al comité de empresa de la Delegación Territorial en nombre de Ustea y en calidad de secretario, quedando su baja "sin cubrir", con lo que el enclave quedó con un servicio "insuficiente" al contar sólo con un empleado a jornada completa durante menos de seis meses al año y otro a media jornada el año completo.
Fue en ese marco de déficit de personal, según ha dicho, cuando en marzo de 2020 irrumpió la pandemia de coronavirus Covid-19, extremo que motivó el prolongado cierre del enclave por los motivos de prevención alegados por la Consejería de Cultura, si bien dicho cierre sigue vigente, según ha recordado Antonio Molina, pese al paulatino levantamiento de las restricciones y la reapertura de otros espacios similares como los del dolmen de Soto, en Trigueros (Huelva), o los dólmenes de Antequera (Málaga).
Es más, según ha avisado, el pasado 1 de julio accedió a la jubilación plena el trabajador del enclave que estaba en situación de jubilación parcial, extremo que automáticamente habría ocasionado la extinción del contrato a tiempo parcial del que gozaba el otro vigilante incorporado a cuenta de la situación del primero.
"ACTO VANDÁLICO"
Como consecuencia de ello, según ha manifestado el secretario del comité de empresa, desde el pasado 1 de julio, el enclave de los 'tholos' de La Pastora y de Matarrubilla carece de personal propio para la vigilancia, lo que ha conectado con un déficit de recursos humanos en la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura. A tal efecto, ha avisado de que pocos días después, el entorno del 'tholos' de Matarrubilla era objeto de un "acto vandálico", con la apertura de un agujero en la construcción que albergaba las placas solares y baterías que otrora alimentaban la iluminación interior del megalito, sustituidas en 2019 por un nuevo sistema de iluminación de su corredor.
Frente a ello, fuentes de la Consejería de Cultura han asegurado a Europa Press que la situación del enclave no deriva de una "cuestión de personal", insistiendo en que el cierre se prolonga por motivos de prevención frente a la pandemia dada la escasa ventilación de los corredores de estos monumentos megalíticos. No obstante, el departamento de Patricia del Pozo asegura que prevé solicitar un nuevo informe en materia de prevención de riesgos para "valorar de nuevo la situación".