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Málaga

El incendio de la sierra aumentará "gravemente" la posibilidad de inundaciones en Estepona

Según un experto de la UMA durante el próximo año se pueden perder 1.320.000 toneladas de suelo en tres municipios, casi el doble que en en condiciones normales

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  • Zonas quemadas por el incendio de Sierra Bermeja. -
  • Antonio Gallegos señala que es de los peores incendios de Andalucía en los últimos años
  • Para el conjunto de los términos municipales de Estepona, Jubrique y Genalguacil, la capacidad de retención de los suelos se ha reducido a la mitad

El incendio de Sierra Bermeja aumentará "gravemente" la posibilidad de inundaciones en Estepona durante los próximos años, según indica el profesor asociado del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga, Antonio Gallegos, quien señala que es de los peores incendios de Andalucía en los últimos años.

Significa que antes del incendio solo las tormentas con más de 112 litros por metro cuadrado generaban escorrentía, pero en adelante, cualquier lluvia que supere los 14 litros ya estará generando escorrentía. Como resultado, la frecuencia y la gravedad de las inundaciones será mucho mayor. Y solo co

Ahora, indica, es momento de evaluar lo perdido y de reflexionar: "Debemos rediseñar nuestra relación con la naturaleza y con el territorio. El incremento de los riesgos naturales son la respuesta al innegable cambio climático, pero también al cambio global y a nuestra creciente inadaptación al territorio".

A lo que el fuego ha arrasado, como las casi 10.000 hectáreas en Sierra Bermeja y el Valle del Genal, además de la muerte de un bombero del Infoca, se sumará "la pérdida de suelos y las inundaciones "tomarán el relevo desde ya desde las primeras precipitaciones que se produzcan con la llegada del otoño".

Según el estudio realizado por Antonio Gallegos, profesor e investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga, el incendio supondrá que durante el próximo año se pierdan 1.320.000 toneladas de suelo solo en los municipios de Estepona, Jubrique y Genalguacil. Esto supone casi el doble de la pérdida potencial de suelos en condiciones normales, expone.

Para el conjunto de toda la provincia, supondrá un incremento de pérdidas de suelo del dos por ciento. "Esta es probablemente la consecuencia más grave tras el incendio, pues si bien la recuperación de la masa forestal es relativamente rápida en especies mediterráneas, la regeneración de los suelos es un proceso bastante más lento, de varias decenas de años, lo que impediría hasta muy largo plazo la recuperación plena de los bosques, estrechamente condicionados a la profundidad de los suelos", sostiene.

Algo similar, señala, ocurrirá con el riesgo de inundaciones. Sierra Bermeja, precisa el experto, "constituía una excelente garantía contra las inundaciones en la Costa del Sol occidental, gracias a su cobertura vegetal y su gran capacidad para infiltrar precipitaciones y atenuar los riesgos de las lluvias torrenciales".

A pesar de ello, se han producido importantes inundaciones en los últimos años. Pues bien, a partir de este otoño, esa capacidad de infiltración de la zona incendiada se ha visto reducida drásticamente, pasando de 112,8 l/m2 a solo 14,6 l/m2.

"Esto significa que antes del incendio solo las tormentas con más de 112 litros por metro cuadrado generaban escorrentía, pero en adelante, cualquier lluvia que supere los 14 litros ya estará generando escorrentía. Como resultado, la frecuencia y la gravedad de las inundaciones será mucho mayor. Y solo comenzarán a atenuarse cuando el bosque, el sotobosque y los suelos se vayan recuperando", enfatiza Gallegos.

Para el conjunto de los términos municipales de Estepona, Jubrique y Genalguacil, la capacidad de retención de agua de los suelos se ha reducido a la mitad (51, 55 y 45% respectivamente). Estas estimaciones se han realizado usando la formulación USLE (Universal Soil Loss Equation) y la Instrucción 5.2-IC de drenaje superficial.

DESPOBLAMIENTO Y CAMBIO CLIMÁTICO

En regiones mediterráneas, el fuego ha estado presente mucho antes que el ser humano existiera, provocados por tormentas eléctricas o erupciones volcánicas, explica Gallegos. De hecho, la vegetación mediterránea debe su configuración no solo a sus características climáticas, sino también al funcionamiento azaroso de los incendios.

"No obstante, su reiteración era lo suficientemente espaciada como para permitir la regeneración. En cambio, --añade-- en las últimas décadas, el cambio climático, el despoblamiento rural, las repoblaciones con pinar (especie pirófita) y la periurbanización en zonas boscosas están aumentando la frecuencia de los incendios, que, tal como se ha cuantificado en el estudio, luego generan también importantes pérdidas de suelo y mayor riesgo de inundaciones".

En los próximos meses serán fundamentales las tareas de corrección hidrológico-forestal, para recuperar el bosque y reducir la pérdida de suelos y las probables inundaciones en la franja costera. También alude a la necesidad de buscar consensos entre las administraciones y actores implicados en el territorio "para evitar en lo posible que situaciones como la pasada vuelvan a repetirse".

 

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